Para entender un poco más la figura de gobierno, independientemente del orden público al que pertenezca (federal, estatal o municipal), es indispensable desmenuzarlo, meternos en lo más profundo de su estructura para conocer sus entrañas. Sólo de esta forma lograremos saber los porqués de su forma de pensar y de actuar.
Un politólogo, al menos en primera instancia, tendrá una conceptualización muy diferente de lo que es un gobierno a como la tiene un administrador público, un mercadólogo, un sociólogo o un periodista. Saldrán mil formas de percibirlo de acuerdo con la formación académica y experimental de quien lo observe.
En lo que respecta a la parte estrictamente administrativa o de gestión pública, podría entender al gobierno de una manera gerencial, esto es, con un funcionamiento muy parecido a lo que se aplica en la iniciativa privada, o bien de una forma tradicional, tal y como se ha ejercido internamente a lo largo de la historia. Aunque son dos escuelas distintas, no dejan de ser muy valoradas.
4 figuras elementales para entender al gobierno:
Estas figuras, que se convierten en factores clave y trascendentes, son las de Gobierno, Gobernación, Gobernabilidad y Gobernanza; cuatro elementos vitales para interpretar la permanencia de determinado grupo de poder guiando a una sociedad, independientemente de su tamaño (pequeña, mediana o grande) o de su dimensión política.
Son cuatro factores parecidos, pero algo distantes a la vez, que se entrelazan permanentemente; basta observar cómo los aplica un gobierno para saber si el modelo es de corte democrático o autoritario; vertical, horizontal o transversal; de consensos o disensos. Vámonos por partes:
En la parte más orientada a la política, podríamos calificar los estándares de eficiencia, eficacia y efectividad de un gobierno partiendo de cuatro figuras elementales que son las que le dan vida a esta estructura de poder, principalmente desde la óptica político-administrativa.
1) Gobierno: Con esta figura entendemos el “todo” (política, administración, gestión) y está estrictamente relacionada con el grupo que detenta el poder público en un periodo determinado. Genera hegemonía en lo vertical y lo horizontal, en lo interno y lo externo. El gobierno es el “todólogo” en esta responsabilidad que le confiere el pueblo. Se estaciona en una cúpula de poder “multitask”.
2) Gobernación: Este elemento se entiende como la acción y efecto de gobernar o gobernarse; el gobernante (kubernao) es el capitán del barco que conduce la barca a buen puerto. Las preguntas que se plantean aquí los que gobiernan son: ¿Estamos llevando a la sociedad a un mejor derrotero? ¿Políticamente estamos trabajando bien? ¿Gobernamos por convencimiento, por coerción? ¿Somos profesionales e imparciales en lo que hacemos? ¿Gobernamos para unos cuantos, para todos?
3) Gobernabilidad: Es la capacidad que tiene el gobierno para autorregularse, para autoadministrarse, para profesionalizarse en su interior; para eso requiere formar y capacitar a todos sus servidores públicos, de arriba-abajo, para alcanzar una sola meta, un solo objetivo. Aquí entran figuras clave como la gerencia, los facilitadores, la prospectiva política, entre otras.
4) Gobernanza: Es la responsabilidad que tiene la autoridad gobernante para establecer un estrecho diálogo con la sociedad, con los grupos ciudadanos, con las comunidades, con los segmentos y sectores sociales. El fin primordial es alcanzar un óptimo tejido social, una amplia cohesión social, una activa participación ciudadana, basado en el consenso público.
Con las famosas “tres e” que se utilizan para medir y valorar la utilidad pública de un gobierno (eficacia, eficiencia y efectividad, aunque algunos eliminan ésta última por la de economía), aplicadas en las cuatro figuras o factores clave señalados, se podrá determinar si un gobierno es el que nos conviene o no como sociedad, como nación.
«Es un buen inicio para entender, interpretar, valorar, medir y hasta auditar a un gobierno desde sus dos esencias: la política y la administrativa»
Ahora que comienzan a trabajar nuevos equipos de trabajo y grupos de poder en los ámbitos municipal, estatal y federal, comencemos a analizar estos indicadores, con sus respectivas variables, para saber si vale la pena avalarlos o rechazarlos de tajo.
Por Elmer Ancona Dorantes
@Elmerando
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