SEGUNDA VUELTA EN ECUADOR

Elección de lecciones.

Ecuador vivió el domingo 13 de abril la segunda vuelta de una elección presidencial que para muchos fue sorpresiva, pero que en realidad solo fue la consumación de un ejercicio democrático en que los ciudadanos salieron a ejercer su derecho a voto, aunque sea obligatorio, y definieron lo que quieren hacia el futuro.

Después de la primera vuelta, que se realizó el pasado 9 de febrero y donde los candidatos que pasaron a segunda vuelta, Daniel Noboa y Luisa González, terminaron prácticamente empatados, los equipos decidieron las estrategias que seguirían para ganar los votos que les dieran el triunfo.

Modelos de campaña

La campaña de Noboa optó por confrontar lo nuevo a lo viejo. Él representa lo nuevo por venir, contra lo viejo representado por su adversaria Luisa González, que subrayó el pasado supuestamente glorioso del gobierno que encabezó Rafael Correa.

Las opciones de voto se debatieron entre la promesa de un futuro halagüeño frente al retorno de un pasado ya conocido con sus aciertos y sus errores. 

Los dos modelos de país que se presentaron en campaña definieron el sentido de la multitudinaria y sorprendente votación.

La definición de lo nuevo contra lo viejo polarizó al país y dejó en claro que existen dos grandes grupos de votantes que fueron a las urnas: los que añoran a Correa y su presidencia, y los que prefieren olvidar ese pasado y seguir adelante (correístas – anticorreístas). Esta polarización generó un movimiento inesperado: el voto masivo de las personas de la tercera edad a favor del futuro y en contra de la candidata correísta, ante la amenaza de un retroceso del país.

Sin duda, el contraste (campaña B) utilizado por el candidato ganador fue altamente eficaz, la campaña del miedo hizo el efecto esperado. Cabe recordar que el ciudadano va a la urna motivado por varios factores: no necesariamente vota por quien consideran mejor, sino que va a la urna para protegerse de lo peor que le podría pasar. En ese sentido se votó de manera mayoritaria en contra de Luisa González, por su declarada representación de Rafael Correa y lo que a priori representan.

Errores de Luisa González

En consecuencia, uno de los errores estratégicos de la candidata Gonzales fue no separarse del estigma de ser manipulada o manejada por Rafael Correa, quien además aparentó siempre ser el jefe de la campaña, pues dictaba acciones y posicionamientos desde cualquier lugar afuera de Ecuador, proclamando además la cercanía con el venezolano Nicolas Maduro y las bondades de su régimen dictatorial.

Lo que no podemos dejar de mencionar son las ayudas negativas que recibió Luisa, como la declaración del ex canciller de Correa, Ricardo Patiño, quien anunció que, si ganaban, Rafael Correa retornaría de inmediato y que todos los correístas presos o procesados recobrarían de inmediato su libertad o sus supuestos derechos conculcados.

Así trazada la estrategia, hoy podemos decir que fue un grave error. La complicidad entre Luisa y Correa se tradujo en que en la segunda vuelta recibió el mismo número de votos que en la primera. Siendo todavía una fuerza política poderosa, ya no le alcanza al candidato o candidata para asegurar la victoria.

Acierto de Daniel

Noboa y su equipo entendieron a la población, o al menos estratégicamente es lo que mostraron, salieron a hacer campaña al territorio, fueron a todas las provincias, movieron al aparato del partido y mostraron fuerza en los cantones que supuestamente no eran favorables. El gobierno (del presidente Noboa) estuvo atendiendo de manera directa cada desastre natural, cada inundación, deslave o suceso que compete al gobierno. Ese fue un gran acierto y confirma que la población es de memoria corta. Hoy se olvidaron de los apagones del año pasado, donde hubo días y localidades que se quedaron sin energía por casi 14 horas.

Los votos del reelecto presidente Noboa salieron del corazón del pueblo ecuatoriano que decidió darle una nueva oportunidad como consecuencia de la esperanza generada cuando el gobierno asumió su responsabilidad y trabajó para resolver los problemas de los ecuatorianos.

Encuestas

Vale la pena hablar un poco de las encuestas. Según las casas demoscópicas, la elección estaba para cualquier lado. Todas indicaron empate técnico, más menos 3 puntos para cualquiera de las dos fórmulas presidenciales, con numero de encuestados impresionantes, y con análisis profundos del electorado. Lo cierto es que todas fracasaron. Vale la pena destacar que se abusó de las encuestas, tanto de las que se elaboran para el trabajo de campaña, como las que se destinan a propaganda.  

Una máxima de las encuestas es la definición de la muestra que se estudia. La estratificación en una encuesta de campo es una técnica utilizada para asegurar que la muestra seleccionada sea representativa de toda la población que se está estudiando. Consiste en dividir la población total en subgrupos homogéneos conocidos como «estratos», y luego seleccionar muestras de cada uno de estos estratos.

Eso no se hizo de manera adecuada y los estratos siempre tuvieron sesgo, al menos eso se colije al ver los resultados.

Nadie dio como resultado una diferencia de 10 puntos, nadie hablo de que posiblemente Noboa ganaria más provincias que su rival y que en todas superaría lo conseguido en la primera vuelta.

Debemos encontrar una nueva forma de leer las encuestas, entenderlas como un instrumento de trabajo y un insumo más en la elaboración de estrategias, y dejar de pensar en que la encuesta es el resultado de la elección. Las encuestadoras hacen su trabajo y muestran resultados, no son bola de cristal y no tiene la verdad absoluta. Los ejercicios cuantitativos y cualitaticos son la base para el desarrollo de un planteamiento estratégico, para la construcción de una narrativa, para el manejo adecuado de la comunicación.  

Diria tambien que se debe fortalecer el proceso de investigación y la interpretación de estas investigaciones. Las campañas deberan atender las recomendaciones y no favorecer las ocurrencias.  

Conclusión.

La elección en Ecuador fue el reflejo de una sociedad que demostró que no puede ser fácilmente manipulada, y que los votos no son endosables. Hoy no existen votos corporativos o definidos por grupo o sector. Los votantes toman deciciones propias de manera autónoma sin importar a qué grupo social o económico pertenecen.

La posibilidad de un fraude está descartada, más de un millon de votos repartidos en las 24 provincias así lo demuestran. La participación fue copiosa, la gente salió a votar y decidieron lo que consideraron mejor.

Los observadores electorales estuvieron en todas las mesas electorales. La Misión de Observación de la OEA y la Misión Electoral de la Unión Europea hicieron saber su conformidad con los resultados emitidos por el CNE.

Uno de los elementos que sin duda marca esta segunda vuelta es la participación de la gente de la tercera edad, los mayores de 65 años salieron a votar, fueron a la urna a decidir lo que no querian, se manifestaron para que no regresara  elpasado, a pesar de presentarse en campaña como una gran oferta. 

Los ancianos pusieron el ejemplo y lo hicieron pensando en el futuro, en sus hijos, en sus familias, el país que quieren para el futuro.

En realidad, no consiedero tan sorpresivos los resultados electorales. Votaron por Luisa los mismos que habían votado por ella el 9 de febrero, el voto duro del correísmo que se habia manifestado en la primera vuelta es el que salió a votar porque su campaña se dirigio a ellos en exclusiva.   

Nadie que hubiera decidido votar por Jan Topic, que es un voto anti correista y de centro derecha, votó por Gonzalez. Topic es uno de los grandes perdedores de esta elección y del escenario politico ecuatoriano, no será Alcalde, Prefecto, Ministro y mucho menos presidente, quemó sus naves. En el caso del voto indigena, una vez más se manifestó su independencia. Ellos son capaces de votar por un igual, pero no se identifican recibiendo órdenes y dejan claro que son votantes maduros para tomar sus propias desiciones. Leonidas Iza, es dirigente, pero no es el aglutinador que pueda vender votos corporativos. La sociedad no olvida y castiga con su voto.