Campaigns and Elections México

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DE LA EMERGENCIA A LA CONSCIENCIA. IMPULSAR AGENDA

Los pasados 7 y 19 ade septiembre en México vivimos embates de la naturaleza que movieron la estructura social del país y que pusieron al descubierto escenas y

Los pasados 7 y 19 de septiembre en México vivimos embates de la naturaleza que movieron la estructura social del país y que pusieron al descubierto escenas y situaciones que no habíamos visto de los ciudadanos y en las que vale la pena hacer un alto y reflexionar acerca de ellas de cara a los próximos acontecimientos políticos que se avecinan.Frente a la emergencia todos en mayor o menor medida fuimos vulnerables y afectados; no vimos y no importó cualquier tipo de diferencia que nos hayan hecho creer que existe. Innumerables historias de solidaridad, patriotismo y generosidad fueron presentes en dichos eventos. El primer elemento a notar es que la gente en la calle tomó el control de las ciudades de manera ordenada y efectiva a través de las redes sociales y de la acción inmediata, mostrando la capacidad de organización aún en momentos de emergencia. Figuras publicas se presentaron en las calles a poner el ejemplo de ayuda desinteresada al prójimo invitando a otros a hacer lo mismo y potencializar los esfuerzos. Inclusive la marca Millennial (tan denostada y caricaturizada) adquirió un sentido casi poético por parte de las redes sociales y medios de comunicación tradicionales.En contraste, los ciudadanos mostraron una inmediata, definida y clara desconfianza al gobierno y sus instituciones (marcadamente a los partidos políticos). Descalificaron a priori cualquier acción en los apoyos inmediatos a la tragedia, llegando a niveles de movilizarse personalmente para poder llevar la ayuda. De nada sirvió la aparición pública de políticos y funcionarios, de hecho, parecía que la misma avivaba resentimientos y enardecía a los ciudadanos.En paralelo los partidos políticos anunciaban en redes sociales y a través de ruedas y comunicados de prensa la «renuncia» a sus prerrogativas públicas para apoyar la emergencia. Guerra de cifras y copias de estados de cuenta iban y venían. Sin embargo al día de hoy no existe claridad del monto y destino de tan generosos «donativos» de palabra. Al día de hoy se revisa y cuestiona, principalmente en redes sociales, el destino de los donativos particulares y de gobiernos extranjeros, el cual, de igual manera no se encuentra clarificado. Mención aparte merecen las fuerzas armadas (ejército y marina) quienes mostraron autoridad moral frente a los ciudadanos para coordinar actividades y recibir al apoyo social.Ahora bien, frente a las elecciones el próximo año y fenómenos como el desprestigio a la clase política y la pulverización del voto se nos presenta una gran oportunidad y un reto que es llevar esa inquietud al nivel de consciencia social y plasmarlo en el discurso político y, aún más deseable, llevarlo a la acción permanente.Iniciemos poniendo en la mesa la premisa de: «si seguimos haciendo las mismas cosas entonces tendremos los mismos resultados», e inmediato acompañarla con una pregunta: estamos conformes con la manera en la que se están haciendo las cosas?Sin lugar a dudas necesitamos replantear la manera en la que vivimos en las ciudadelas, la manera en la que nos comunicamos y relacionamos entre nosotros. Pasar de ser vulnerables a vivir en una ciudad segura. En términos concisos es el poner al ser humano al centro de la política pública.Para lograr esto es imperante tratar temas sensibles para la sociedad de manera clara y directa:La desigualdad social, corrupción, la violencia, discriminación, racismo, movilidad urbana, contaminación, educación, acceso a servicios públicos, empleos y salarios son algunos de los temas para poner a discusión a una importante parte de la sociedad que tiene acceso a medios para replicar ideas y acciones.Es momento de impulsar agenda y no permitir que se pierda ese destello de consciencia y solidaridad presente en los mexicanos. Los partidos políticos por ellos mismos es difícil que hablen de estos temas sin una autocrítica real. Esta en manos de los ciudadanos obligarlos a hacerlo y a tener entre ellos un debate real y de altura que aleje (aunque sea un poco) las campañas sucias, ofensivas y poco inteligentes que distinguen a la clase política tradicional.En estos momentos que la democracia es cuestionada y poco efectiva, bien vale la pena el esfuerzo de darle oxigeno y nuevas formas a nuestro sistema político electoral. Los mecanismos se encuentran fortalecidos y una parte importante de la sociedad esta dispuesta a llevar adelante estos temas; no dejemos pasar esta oportunidad que no se presenta siempre.