Por Víctor Hugo Juárez
Donald Trump se convertirá en el presidente número 47 de los Estados Unidos de América tras vencer a la candidata demócrata, Kamala Harris, pero detrás del triunfo hubo un equipo de asesores y estrategas que diseñaron la ruta del republicano para llevarlo por segunda ocasión a la Casa Blanca.
Se trata de Susie Wiles, codirectora de campaña; Chris LaCivita, codirector de campaña; Steven Cheung, director de Comunicaciones; Brian Jack y Jason Miler, como asesores senior; y Eric Branstad, como estratega.
Susie Wiles es considerada la “operadora silenciosa” de Trump, por su estilo discreto y preferencia por estar tras bambalinas. Inició su carrera como programadora de campaña en la campaña de Ronald Regan en los años 80 y tras una exitosa carrera fue parte del equipo que llevó a Trump por primera vez a la Presidencia en 2016.
Chris LaCivita fue el otro brazo que dirigió la campaña de Trump, con amplia trayectoria en elecciones gubernamentales y al Senado desde el año 2000; pero es conocido por orquestar campañas negativas en contra de veteranos militares que buscaron postulaciones por el Partido Demócrata. Desde 2004 es presidente de la firma Advancing Strategies LLC.
Por su parte, Steven Cheung trabajó como portavoz de Trump en las campañas presidenciales de 2016 y 2020, pero antes de eso fue pasante en el área de comunicaciones y redacción de discursos en la oficina del exgobernador de California, Arnold Schwarzenegger, para después asesorar las campañas de John McCain a la Presidencia en 2008; también fue director de Comunicaciones y Asuntos Públicos de la Ultimate Fighting Championship (UFC).
Eric Branstad fue director de campo en la campaña de 2004 de George Bush y con Trump se incorporó desde 2016, tras ser designado su representante en Iowa en la campaña, para después ser enlace con los gobernadores después del triunfo y formar parte del primer gobierno de Trump como asesor principal del Departamento de Comercio de la Casa Blanca.
La estrategia del equipo fue clara desde el principio: buscar el voto masculino a través de la encomienda “Max out the men and hold the women” (Maximizar a los hombres y contener a las mujeres), basado en dos temas clave como son la economía y la inmigración.
Recuperar la economía de Estados Unidos fue el mensaje poderoso que dejó atrás la política pasada de Trump con temas como el aborto, el caos del Capitolio y sus antecedentes penales, principalmente entre los hombres que buscaban un discurso de empoderamiento.
Otro de los ejes de campaña fue el captar el voto de jóvenes con poco interés en la política estadounidense y los estrategas lo hicieron a través de una campaña de influencers que posicionaron el mensaje del candidato republicano hasta llevar a los usuarios de las redes a las urnas.
Esta estrategia atrajo el voto de sectores tradicionalmente alejados de Trump como fue el apoyo de latinos y afroamericanos, principalmente aquellos ajenos o cansados del juego político tradicional.
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