A un mes de la elección del pasado 2 de junio, para muchos sigue sorprendiendo el triunfo contundente de Morena, no solo en la Presidencia de la República, sino la mayoría calificada en el Congreso de la Unión, seis de nueve gubernaturas y gran parte de las presidencias municipales y diputaciones locales que estuvieron en juego, lo que lleva a preguntar: ¿Qué tiene la marca Morena que los demás partidos no?
Por Víctor Hugo Juárez
@Juarez_VH
Con el paso de los días, surgen respuestas adicionales a lo obvio, que se centra en el voto duro que Andrés Manuel López Obrador construyó a través de programas sociales y más de 20 años de campaña en la que supo hablarles a las personas que menos tienen y que le cobraron en las urnas a los partidos de siempre tantos años de olvido.
Por ello, en Campaings and Elections reunimos la opinión de especialistas para desmenuzar la razón que llevó a este partido de izquierda a ganar con más votos que en 2018, hacer historia con la primera mujer presidenta en 200 años y conseguir una mayoría en el Poder Legislativo que le permitirá hacer realidad las reformas constitucionales para consolidar el proyecto de la 4T.
Las cifras no son menores, Claudia Sheinbaum fue la candidata más votada de la historia con 35.9 millones de votos, por encima de los que obtuvo Andrés Manuel López Obrador y con una ventaja más amplia sobre su más cercana competidora, después de que la candidata de oposición, obtuvo 16.5 millones de sufragios.
Lo dicho por los que saben, desnudan realidades que siempre estuvieron ante nuestros ojos, pero que la adrenalina del proceso electoral, la narrativa de las encuestadoras y la percepción que se construyó desde las redes sociales generaron la idea de que los resultados serían más cerrados.
OLVIDO DEL “MÉXICO PROFUNDO”
Para Rodrigo López San Martín, consultor político que lideró la estrategia de los “Xochilovers”, hay un “México profundo” que fue olvidado por la oposición en la campaña de este año, que no entiende de la importancia de las instituciones que salvaguardan la democracia y al que no se supo enviar un mensaje en su código que atendiera sus necesidades.
“Hay varios puntos de reflexión, el primero y más importante de lado de la oposición, hay dos problemas de entrada, tuvimos una agenda quizá muy lejana al del México profundo, al México que no discute o lo mueven los temas de democracia, de autoritarismo, de salvaguardar a las instituciones o los equilibrios democráticos y a un México al que le duelen los temas de su vida cotidiana y que no le empezaron a doler hoy, sino que le llevan doliendo muchos años y que toda la clase política ha fracasado en su responsabilidad hacia ellos”, señaló.
Adicional a este alejamiento con la base de la población, el PRI y el PAN arrastraban un desprestigio difícil de contrarrestar y que los condenaba a remar contra corriente a la hora de diseñar mensajes que entusiasmaran a la gente.
“Esto nos lleva a lo segundo, que es el desgaste de las marcas; la marca PAN y la alianza con la marca PRI, era muy difícil que pudiera comunicar algo que emocionara a la gente, yo lo resumo como que el país entero hoy está en una narrativa propuesta desde la Presidencia de la República, una narrativa que inició hace muchos años con una comunicación disciplinada y muy consistente del presidente de la República, donde se argumentaba que todos los males de la vida cotidiana de la gente eran responsabilidad de los políticos de siempre”, agregó.
En ese mismo sentido se pronunció Darío Mendoza -director de BlitzDigital, Social MediaI& Political Consulting y durante un tiempo constructor de la imagen de Martha Sahagún- quien resaltó la importancia de un partido que tenía en la bolsa al grueso de la población, pero ahora con recursos públicos para la operación política y de tierra el día de la elección.
“Yo creo que la fortaleza ahora de Morena tiene que ver con que tiene acceso este discurso de López Obrador y la cercanía al pueblo, sino que ahora tiene acceso a recursos públicos, el trabajo de tierra con recursos públicos es más poderoso, estoy hablando de un ejército de siervos de la nación que sí hizo trabajo en tierra, es algo que no hizo la oposición”, explicó.
Roberto Morris, fundador y CEO de Núcleo Comunicación va un poco más allá y afirma que no solo es la marca de Morena, sino el proyecto que impulsó desde que era un movimiento social, que rebasó por mucho lo que representa hoy en día la oposición
“Más que una marca, Morena tiene un proyecto muy claro y con beneficios muy tangibles, económicamente hablando, para muchas personas, y por debajo de ese proyecto hay otras marcas que es la 4T y que es la marca Andrés Manuel y la marca Morena, pero todo ese combinado es algo mucho más robusto en cuanto a significado que las marcas de la oposición”, señaló.
Afirmó que la estrategia de comparar a Claudia Sheinbaum como la “calca” de López Obrador terminó por beneficiar a la morenista, lejos de afectarla.
“Morena arrasó la elección presidencial porque presentó un proyecto en sintonía con lo que se había trabajado en los últimos seis años, que ha dejado muchos beneficios para una gran parte de la población, por más que hayan criticado a Claudia por ser una calca del presidente, creo que le estaban haciéndole un gran favor porque el presidente está muy bien evaluado”.
El encuestador y director de Varela y Asociados, Carlo Varela, recordó que Morena lleva años construyendo una marca dirigida al grueso de la población y eso ha hecho que el partido lleve al triunfo a sus candidatos sin importar su trayectoria o prestigio.
“Yo creo que Morena ha trabajado en 6 u 8 años en construir una marca, se ha apoyado en el lenguaje de ser un partido del pueblo, del bienestar, de la justicia, de otorgar apoyos sociales, de honestidad, se ha apoyado en la narrativa del presidente de ver por los más pobres, de darles bienestar y es algo que se ha construido en muchos años y creo que es lo más fuerte que tiene Morena, la imagen de su partido, que hacen que en cualquier tipo de elección los candidatos, aunque no sean conocidos, con decir que son de Morena les dé una considerable ventaja sobre los demás candidatos”, comentó.
XÓCHITL GÁLVEZ, LASTRE PARA CANDIDATOS DE OPOSICIÓN
El mismo Carlo Varela desglosa otra de las causas que llevaron a Morena a tener un triunfo tan contundente y fue la imagen de la candidata presidencial de oposición, Xóchitl Gálvez, quien rompió con esa tendencia de arrastrar a los demás candidatos hacia arriba y terminó por hundirlos en las urnas, en parte, por la falta de apoyo de sus propios partidos.
“Mucha de la culpa fue de los propios priistas, panistas y sus gobernadores porque casualmente el PAN tuvo el mayor voto diferenciado en los estados que gobernaba, es decir, que por Xóchitl votaban de una manera y por candidatos a diputados y senadores votaron por otro, pero realmente ellos no hicieron nunca campaña por Xóchitl y esto arrastraba el voto para debajo de sus partidos y sus candidatos cuando fue una mala estrategia de no pegarse y tratar de impulsar el voto porque, al final de cuentas, este voto en cascada hace que tú votes por el candidato a presidente y de ahí partas para elegir a tus candidatos y Morena siempre defendió que tú votaras por ellos sin importar quiénes eran, lo único que querían era asegurarle una mayoría a la Cuarta Transformación. Xóchitl los arrastró hacia abajo”, explicó.
A esto añadió el desprestigio de los partidos que la respaldaron, que hasta la fecha son relacionados con gobiernos corruptos, gracias a la narrativa construida desde la Presidencia de la República y la nula respuesta de comunicación por parte de la oposición.
“Si tú me dices qué es lo que define a los gobiernos del PRI, PAN y PRD, pues prácticamente la gente sigue pensando que son gobiernos corruptos, aunque económicamente les vaya bien y tengan buenos gobernadores. Hay muy mala comunicación de los gobiernos del PAN y del PRI y muy buena comunicación de los gobiernos de Morena”, agregó.
Darío Mendoza coincide, pero atribuye a una mala elección de candidata, al decir que nunca pudo ganar el voto de las clases medias e indecisos, que era la única ruta para equilibrar la elección.
“Tienes un piso que es la marca Morena y luego hay un brinco mayor y yo lo atribuyo a una muy mala imagen de un fenómeno que solo fue mediático, pero no real, que fue Xóchitl Gálvez. Si tú pones a Xóchitl Gálvez en un focus group el 60 por ciento de los mexicanos que no tienen recursos, junto con otro electorado que son los indecisos y los no partidistas, ahí Xóchitl no penetra de ninguna manera”, señaló.
Para Roberto Morris añade la falta de proyecto por parte de la oposición, que centró su discurso en atacar a Andrés Manuel López Obrador, sin presentar una contrapropuesta de gobierno que realmente atrapara a los electores.
“La oposición realmente no tenía un proyecto, no tenía una ruta más allá de que no son Andrés Manuel…Morena dio resultados muy positivos para los públicos a los que se enfocó, gente en situación de precariedad, a la clase obrera, al campo y también hizo quedar muy mal a todos los partidos políticos que hiper exageraban que Morena era un peligro para México, los hizo quedar como mentirosos”, afirmó.
Desde el equipo de campaña de Xóchitl Gálvez, Rodrigo López San Martín deslindó a la candidata y su oferta de campaña, pues atribuyó a la falta de credibilidad de los partidos lo que causó que la gente no votara por la oposición.
“No fue un tema de contenido, porque Xóchitl habló de todos los temas que le pudieran interesar a la gente, pero ahí ya fue una batalla de credibilidad y no la teníamos porque el país está viviendo en esta narrativa propuesta desde el poder en la que los partidos políticos tradicionales son los culpables de los males. Ante esta narrativa, estos partidos nunca pudieron representar una opción más allá de sus contenidos porque no tenían la credibilidad de la gente”, aseveró.
PROGRAMAS SOCIALES, LA BASE DEL TRIUNFO
De acuerdo con datos del gobierno federal, 24 millones 669 mil 508 mexicanas y mexicanos reciben algún apoyo directo en alguno de los distintos programas sociales, que representan dos terceras partes de los 35.9 millones de votos que obtuvo Claudia Sheinbaum para ganar la Presidencia de la República.
Los programas sociales y la disyuntiva de si iban a permanecer o no con un cambio de régimen, fue uno de los temas principales de campaña entre las dos principales candidatas, aunque la narrativa de la morenista fue la que se impuso, gracias también al desprestigio de los partidos que no estaban de acuerdo con este tipo de apoyos, reconoce Carlo Varela.
“Se apoyan en el trabajo del presidente de la República, que cuenta con niveles de popularidad altos y cuenta con el respaldo de simpatizantes, mientras que en el lado contrario nos han establecido una narrativa para que la gente crea que el PAN y el PRI son un partido de corruptos, que nunca hicieron nada, que son ineficientes, conservadores, deshonestos, mafiosos, traidores y han estado estos años creando su marca y desprestigiando a los otros partidos, que nunca se han preocupado por tratar de defenderse”.
Por su parte, López San Martín agrega otra visión más profunda sobre el alcance de los programas sociales y es que terminan por “compensar” las deficiencias que el gobierno no pudo cumplir en áreas como la seguridad y los servicios de salud.
“El régimen actual no ha podido resolver estos problemas de fondo, sigue habiendo inseguridad, que no empezó ahora, pero sigue habiendo; el sistema de salud no es Dinamarca, pero tampoco lo era en el pasado. La diferencia en esta elección es que, frente a esos problemas que le toca a la mayoría de la gente y que el gobierno no les ha resuelto, como los gobiernos de antes tampoco les resolvieron, este gobierno al menos los compensa, los compensa mes a mes, los compensa económicamente y además los compensa emocionalmente en una narrativa donde la sola presencia de ese grupo en el poder ya es un acto de justicia porque hubo una renovación de élites”, explicó.
De continuar esta estrategia electoral desde el gobierno, Darío Mendoza prevé que Morena puede alargar su hegemonía hasta por 30 años, simulando al PRI del siglo pasado que arrasaba en las urnas y se perpetuó en el poder como partido único.
“Morena y López Obrador ha logrado mantener un mecanismo que es similar al viejo PRI donde logra una amplia base social que puede hacer que le permita a Morena mantenerse unos 30 años si las condiciones se siguen presentando así, es decir, una oposición muy mala y un sistema donde se puede mantener un partido único como lo hizo el PRI en los 70”, advirtió.
VOTO IRRACIONAL EN ESTADOS Y CONGRESO DE LA UNIÓN
Si bien el triunfo de Morena en la Presidencia puede ser más entendible, los expertos todavía no encuentran una explicación contundente de lo que ocurrió en los estados, donde hubo un voto hasta irracional a favor de Morena.
López San Martín expone a Yucatán como uno de estos casos, gobernado por el PAN por uno de los gobernadores mejor evaluados en el país como es Mauricio Vila, pero que perdió ante Morena con una diferencia de dos dígitos.
“Yo creo que Yucatán es la mejor de que el voto no es racional o que al menos no lo fue en este proceso electoral, sino fue un voto totalmente emocional porque Yucatán parecía una isla de paz, seguridad, desarrollo social, en medio de un mar inseguridad, de inestabilidad que es el país en términos generales”, señaló.
Consideró que este mismo voto irracional fue el que se vio reflejado en la elección de diputados federales y senadores, donde hubo una campaña desde la 4T para impulsar el famoso Plan C, que terminó por darle la mayoría calificada en el Congreso de la Unión.
“Así se planteó la elección desde el poder tal cual, como un plebiscito donde no solamente iba la renovación de la Presidencia de la República, sino le pedían el apoyo a la gente del famoso carro completo para el Plan C y la gente decidió dárselo de acuerdo con la narrativa que nos están planteando”, añadió.
Para Carlo Varela, los rumores de cercanía entre Morena y Mauricio Vila pueden explicar este resultado, sumado a un posible distanciamiento del gobernador yucateco con el candidato panista.
No obstante, añade que la operación política de Morena superó por mucho a la de la oposición en varios estados, que no mostró esta capacidad de movilización que llegó a tener en elecciones anteriores.
“En las elecciones locales se repitió el patrón nacional de dar una amplia victoria de Morena y un mal desempeño de la oposición, que yo creo que ni movilizaron, ni tenían gente, ni hicieron nada por esforzarse”.
Sin embargo, en algunos estados donde no ganó Morena fue más fuerte la personalidad y marca de las y los candidatos locales de oposición, que se enfocaron en hacer una campaña propia en lugar de apegarse a la nacional.
“Hubo candidatos locales que superaron su propia marca para poder conectar con sus públicos, en Guanajuato Libia, mujer, joven, logra conectar mejor con su público que la candidata de Morena y en las capitales notamos esos. En esta elección, el candidato local contó más para la oposición que lo que antes era el ancla nacional, antes todos se conectaban al ancla del candidato presidencial para ganar como el caso Fox en el 2000 o de López Obrador en el 2018, te cuelgas del candidato presidencial y ganas, aquí el problema de la oposición es que los que ganaron se mantuvieron en su candidatura local y no se asociaron del todo con la candidata nacional”, señala Darío Mendoza.
Para Roberto Morris la estrategia política también fue fundamental, pues en el caso de las Cámaras federales, Morena supo diversificar sus postulaciones para obtener el mayor número de legisladores de la 4T en el próximo periodo.
“El complemento a esto es que supo manejar sus alianzas con el PT y con el PVEM de una manera estratégica para que tuviera una mayor cantidad de diputados plurinominales y senadores también. En Tamaulipas fueron separados del PVEM, entonces Morena ganó primera fórmula y el Verde ganó segunda fórmula, entonces de ahí sacaron tres senadores en lugar de dos”, explicó.
MORENA Y LA UNIDAD INTERNA PARA PREVALECER
Con un triunfo más contundente que el de 2018, ¿Cuál es el talón de Aquiles de Morena para futuras elecciones? Los especialistas coinciden que la unidad será un factor que deben cuidar para no desintegrarse como pasó con el PRI o el PRD.
“Muy probablemente Morena también empiece a dividirse, al PRI lo primero que le afectó fueron las decisiones internas con candidatos y Morena lo que debe de cuidar es que no se dividan entre ellos”, advierte el director de Varela y Asociados.
Roberto Morris se suma a esta postura, pero añade que el haber dejado entrar tantos perfiles externos, conocidos como “chapulines”, también puede acrecentar el resentimiento de las bases y simpatizantes duros de Morena.
“El obstáculo más inminente es mantener la unidad del partido, como es un partido muy grande y se le han unido los famosos chapulines, con una masa crítica tan grande de electores y simpatizantes, creo que es muy fácil que se astille, entre diferentes corrientes, que en algún momento van a ser irreconciliables”, anticipó.
Recordó que en 2027 Morena tendrá su primera elección sin la figura de Andrés Manuel López Obrador como un personaje vigente en la vida política del país, pues hasta este año dirigió la elección desde las mañaneras como presidente de la República y gran líder de la 4T.
Rodrigo López San Martín agrega otro elemento: el partido antisistema se consolidará en próximos años el nuevo sistema que dirija el país. “Mucho tendrá que ver cómo Morena se va convirtiendo en el sistema, hoy en día Morena acapara mucho del voto antisistema porque la narrativa que está impuesta desde el poder es que todos los males del país son responsabilidad de los partidos políticos tradicionales y sus dirigencias, esto se va a ir diluyendo en 12 años de gobierno y de sistema”.
REINVENTARSE O MORIR, EL MENSAJE PARA LA OPOSICIÓN
Si la oposición quiere regresar al poder en algún momento, debe olvidarse de la alianza, es el punto de coincidencia entre los especialistas. “Lo primero es que llegó el momento de acabar con la alianza, de entrada, le da la razón a la narrativa que el presidente que lleva imponiendo desde hace décadas de que todos los males son responsabilidad de un grupo, de una sola élite, llámese PRI, PAN o PRD y al estar juntos se le da la razón”, expone San Martín.
Además, el cambio de estrategia es fundamental ahora que López Obrador no será figura central en las próximas elecciones y quedó rebasado el discurso que era un peligro para México como se usó en 2006.
“Lo más importante realmente sería sacudirnos de esta idea desde el 2006 que al lopezobradorismo se le puede derrotar con el miedo de que viene Venezuela hacia México, como se le derrotó en 2006, pero que hoy tiene mucho menos sentido porque al paso de un sexenio ni el dólar está en 50 pesos, ni hace falta papel de baño en los supermercados. Es un discurso que ya no tiene cabida en el presente”, puntualizó.
“Lo primero es despedirse de la alianza, lo segundo es hacer un ejercicio de reflexión realmente profundo, no solamente de por qué la gente votó por Morena, sino por qué la gente no votó por ellos y tomar las decisiones acordes a un diagnóstico real. Que busquen nuevos cuadros”, agrega Morris.
En esa búsqueda de nuevos cuadros, Darío Mendoza no descarta la posibilidad que surja alguien, hasta hoy desconocido, que pueda ganar la simpatía de la gente como ocurrió con Milei en Argentina.
“La política es tan dinámica que puede ocurrir que cambie y lo que puede cambiar es el surgimiento de una figura disruptiva como Milei en Argentina, que hace cinco años nadie lo conocía, y que sorprende hablando un lenguaje diferente con un partido que no existía y eso sí suele aparecer en la política, en Europa la derecha está resurgiendo con figuras nuevas, son gente que nadie ve venir y es el péndulo de la política”, advirtió.
También hay escenarios más catastróficos para los partidos de oposición, pues Carlo Varela plantea la extinción del PRI si no se renueva o construye un camino propio para no desaparecer de la escena política.
“El PRI está a punto de perder su registro, yo creo que en seis años es muy probable que el PRI pierda su registro y la oposición en lo primero que tiene que pensar es si van ir unidos o no van a ir unidos en elecciones locales de próximos años porque hay muchos panistas que no quieren a los priistas y eso es uno de los temas que más divide a los líderes que van a pelear por la dirigencia nacional del PAN y PRI”, concluyó.
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