Campaigns and Elections México

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Carteles electorales pensados para compartir con los móviles

Las imágenes se diseñan con un formato adaptado a las pantallas más que a los espacios públicos Textos de otros. ANTONI GUTIÉRREZ-RUBÍ. La campaña reciente del nuevo icono de la política global, la norteamericana Alexandria Ocasio-Cortez, y su enorme calidad estética está recuperando el protagonismo del diseño gráfico como elemento central de la comunicación política y electoral. Las campañas electorales en tiempos de pandemia priorizan la comunicación personal, las interacciones digitales y la

Las imágenes se diseñan con un formato adaptado a las pantallas más que a los espacios públicosTextos de otros. Ciudadanos. La fuerza política más votada en el 2017 se propuso construir una oferta electoral más amplia, tendiendo la mano, mejor dicho, el abrazo. A diferencia de los carteles de hace cuatro años, hay hoy una intención más conciliadora y menos confrontativa: menos procés y más “todos”. Comparte un aspecto con JxCat: son las únicas formaciones que llevan en los carteles a otra figura destacada del partido. La formación naranja, que ya protagonizó el corazón de triple identidad (catalana, española y europea), apuesta al abrazo gráfico como mensaje político de reconciliación.Junts. Sin referencias explícitas a la independencia, a la ruptura o a Catalunya, la propuesta gráfica es autorreferencial y esencialista. Dos carteles: la líder posible, junto con líder virtual o real. Hay también un detalle no menor en la fotografía de ambas figuras: mientras que Borràs está sentada y sonriente en un sillón, que podría evocar la imagen presidencial, Puigdemont está de pie, vigilante. Ella es Laura, Presidenta. Él es President Puigdemont. El deseo y la realidad. Ella con el nombre, él con el apellido. El rizo y la metáfora.ERC. Su cartel ofrece cuatro imágenes y cuatro mensajes que muestran a un Pere Aragonès polifacético: institucional, coloquial, a pie de calle y coyuntural con el uso de la mascarilla (el único candidato que la utiliza). Es complejo, pero a la vez pretende reflejar una idea coral y complementaria que no contraponga lo institucional (gobernar) con la movilización (reivindicar). Apuesta, con radicalidad, por el amarillo (color soberanista compartido) con la pretensión de hegemonizar el magma independentista.PSC. Repite el mismo tono de luz de la imagen, el corazón socialista y la misma estética que le dio buenos resultados en el 2019 al presidente Sánchez. Es una campaña que, inequívocamente, transita por los códigos gráficos, estéticos y conceptuales del socialismo exitoso. Un mensaje corto (el más corto de todos) y directo que no apela a la emo­cionalidad, sino más bien a la ­racionalidad de construir una figura presidencial y un cambio político. Todo muy sobrio, directo y claro. Eficacia visual, como reflejo de una proclamada –y ­valorada– eficacia política y de gestión.En Comú Podem. Los comunes vuelven a renovar la promesa de cambio asociado a la necesidad y a la autenticidad. Se ofrecen ­como garantes del cambio profundo, el que la ciudadanía se merece. Una variante sutil, pero que puede ser incluso más seductora para el electorado. ­Observamos una diferencia: el nombre de su candidata, Jéssica Albiach, no viene acompañado del concepto presidencial. ­Sinceridad y humildad: no seré quien presida, pero puedo ser útil, decidir y definir. Ambición medida y pragmática.CUP. Este año Pantone ha elegido la combinación de dos colores como los colores del año: Pantone 17-5104 Ultimate Gray y Pantone 13-0647 Illuminating. La compañía estadounidense justifica su elección argumentando “una proyección práctica y sólida como una roca, pero al mismo tiempo cálida y optimista, la unión traslada fortaleza y positividad”. Estos dos han sido los colores que la CUP ha escogido para su cartel electoral de este año. ¿Casualidad, decisión? Con “una proyección práctica” e ideas inamovibles, sólidas “como una roca”, la gráfica de la CUP presenta a una Dolors Sabater con una sonrisa ”cálida y optimista” que se proyecta claramente con su promesa “Per guanyar”.PDECat. Al igual que todo el soberanismo, ha renunciado a cualquier simbología o emocionalidad independentista. En cambio, se ha centrado en la racionalidad del voto indeciso, del cual el CIS ha valorado en un 40%. La figura central es la propia candidata, a quien vemos en la imagen espectral como saliendo de una oscuridad con un efecto gráfico quizás algo confuso. Chacón se ofrece a los que dudan, no a los que afirman.Vox. Con el ceño fruncido de su candidato, Ignacio Garriga, ­presenta el cartel más confrontativo de todos. Utiliza, como otras fuerzas políticas, la palabra recuperemos pero orientado a una idea polisémica de reconquistar un “territori perdido”. Aparecen dos elementos alusivos a Catalunya: la senyera y el mapa, cubiertos (¿recuperados?) por el verde, su color corporativo. Finalmente, agrega un elemento exclusivo: el código QR a su web, algo que la pandemia ha potenciado.