
Más preparado que un chicharrón, Dora la Transformadora y atuendos que encendieron las redes sociales son algunas de las estrategias a las que han tenido que recurrir las y los candidatos a jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial para captar la atención de la gente, en unas campañas judiciales inéditas y que se han convertido en un circo sin espectadores, ante el bajo interés de la ciudadanía en participar en esta elección.
Las reglas fijadas por el Instituto Nacional Electoral (INE) y los bajos topes de gastos de campaña autorizados, han orillado a las y los candidatos a personas juzgadoras a recurrir a su imaginación para hacerse de publicidad, sin posibilidad de pautas ni de contratar especialistas en comunicación política que les ayude a transmitir el mensaje que les permita ser votados el próximo 1 de junio.
En esta edición de Campaigns and Elections, especialistas en comunicación política y estrategia digital nos platican los retos que enfrentan las personas que buscan llegar al Poder Judicial, las diferencias con una campaña electoral tradicional y lo poco rentable que resulta para ellos meterse a dar una asesoría, que muchos aspirantes, ni siquiera tienen conciencia de que necesitan.
Parte central de que estas campañas no estén permeando entre la sociedad y se convierta en un circo sin espectadores, es que la mayoría de los temas que puede promover una persona aspirante a juez, magistrado o ministro no son de interés para la población, o en la mayoría de los casos, no impactan directamente en su vida cotidiana.
“Los temas que las personas juzgadoras consideran relevantes, para el 99 por ciento de la población son intrascendentes, esta traducción del quehacer de la persona que vas a ir a elegir con tu vida cotidiana no se está dando”, explica Yessica de Lamadrid, estratega política.
Por su parte, Patricio Morelos, consultor político y fundador de la agencia Poligrama, agrega que la función que van a desempeñar las personas juzgadoras es difícil de comprender para el electorado, a diferencia de las funciones que desempeña un candidato o candidata a la Presidencia, gubernatura o Presidencia municipal.
“Muchas veces cuando uno va y vota en elecciones tradicionales, uno vota por un partido, vota por un candidato que conoce y que, además, tiene medianamente claro cuáles son las labores de un alcalde, de un gobernador, de un senador, de un diputado, pero en este caso van a ir a votar por alguien que no conocen, a cargos que no tienen claro qué es un magistrado, qué es un ministro y en materia del derecho que son muy difíciles de tener claro y tercer, en un proceso bastante complejo, con boletas de distintos colores, donde no vamos a votar por nombres, sino por números, entonces incluso sabiendo por quién vas a ir a votar puedes ser complejo votar por esta persona”, explicó.
CAMPAÑAS VIRALES, LAS MÁS CASERAS
En medio de esta desorientación, los candidatos y candidatas judiciales han ido mutando al modelo de candidato político tradicional, muchas veces con promesas y mensajes alejados de la función que realmente van a desempeñar.
“Muchos de los candidatos ni siquiera tenían redes sociales, las empezaron desde cero, entonces lo que yo veo es que es un proceso donde, desde el ciudadano, los equipos de los candidatos y los candidatos han ido aprendiendo y al final están cayendo en esta parte de una forma tradicional, se ven candidatos con campañas y una imagen que no es apropiada a un cargo, al tipo de cargo que tienen”, expuso Adrián Figueroa, estratega digital y fundador de la agencia iStrategy México.

LOS TEMAS QUE LAS PERSONAS JUZGADORAS CONSIDERAN RELEVANTES, PARA EL 99 POR CIENTO DE LA POBLACIÓN SON INTRASCENDENTES, ESTA TRADUCCIÓN DEL QUEHACER DE LA PERSONA QUE VAS A IR A ELEGIR CON TU VIDA COTIDIANA NO SE ESTÁ DANDO
El nombre de María de Lourdes Ríos Ramírez puede ser desconocido para la mayoría de la gente, sin embargo, en las últimas semanas fue tema de conversación y viralización en redes sociales y medios nacionales como la candidata a jueza rubia y que usó un vestido corto para promocionarse en su campaña.
Ella, en entrevistas posteriores lo explica: “yo no me sexualizo, la gente es la que lo hace”, después de causar sensación en las redes sociales y despuntar como aspirante a jueza penal en el Distrito Judicial de Morelos.
“En el tema de comunicación, en el tema de marketing yo les daría un 10, yo sí te podría decir que son campañas que destacaron dentro de miles de campañas, pero no te podría decir si al final van a cumplir con el objetivo. Muchos de los candidatos que están haciendo eso, es parte de su esencia, es parte de lo que han venido publicando, entonces tampoco estamos hablando de candidatos que dijeron hoy soy serio y mañana van a salir de esta manera”, comentó Adrían Figueroa.
El candidato que usó la frase “estoy más preparado que un chicharrón” también fue uno de los primeros en hacerse viral, y por lo tanto, de los primeros en ser criticado por usar esta estrategia para llegar a un cargo que requiere toda la seriedad.
“Yo no sé si podría confiar en una persona que me dice que está más preparado que los chicharrones porque estás juzgando, poniendo en tela que una persona que vaya o no a la cárcel, al final son buenas campañas en términos de marketing, pero no sé si buenas campañas en temas de campaña y cumplir el objetivo”, agrega Adrían.
Patricio Morelos reconoce que esta estrategia cumplió un primer objetivo de dar a conocer al candidato, pero no su trayectoria a detalle, y menos la de candidatos y candidatas locales que no han logrado la viralización.
“¿Quién conoce cuál es la trayectoria del candidato del chicharrón? Hemos visto algunos contenidos de las ministras que buscan la reelección, pero fuera de ello, y si nos vamos a lo local, yo preguntaría quién ha visto un contenido a un candidato a juez o candidato a magistrado en materia administrativa, yo aseguraría que muy poca gente… Muy probablemente van a ganar quienes sean más conocidos, más populares y popularidad y conocimiento no es lo mismo que preparación”, apuntó.
Más allá quién gane o pierda las elecciones, para Patricio Morelos el verdadero termómetro para medir el éxito de este proceso va a ser el nivel de participación, que se estima entre el 10 y 15 por ciento.
“La expectativa que hay en las próximas semanas es cuánta gente va a ir a votar, yo creo que ahí se va a ver el éxito o fracaso de la elección, no necesariamente en quiénes ganen o quiénes pierdan, sino en cuanta gente salió a votar porque eso le va a dar legitimidad al proceso”, aseveró.
Un caso más es el de Dora la Transformadora, cuyo nombre real es Dora Alicia Martínez Vaero, candidata a Ministra de la SCJN, quien supo combinar su nombre con la famosa caricatura de Dora la Exploradora para llamar la atención de propios y extraños.
Yessica De Lamadrid reconoce el ingenio de estas campañas, pero precisa que es lo que pueden hacer las y los candidatos con las herramientas que tienen y las reglas que fijó el INE.
“No cabe duda de que no hay nada más maravilloso que el ingenio mexicano y para muestra botones y aquí como profesionista del tema de comunicación política, las personas que están haciendo campaña muy casera están haciendo lo más que pueden con las herramientas que tienen”, expresó.
Reconoció que de las miles de candidaturas que hay en el país, solo dos o tres campañas son las que lograron llegar a ser tema de conversación a nivel nacional, mientras el resto permanece anónimas.
“De 587 posibilidades en el país para elegir personas juzgadoras, de casi 6 mil candidaturas que tenemos en 11 estados, tenemos referencia de dos campañas que, por lo original, han saltado a la comentocracia nacional y todas las demás ¿Dónde están?”, cuestionó.

LA EXPECTATIVA QUE HAY EN LAS PRÓXIMAS SEMANAS ES CUÁNTA GENTE VA A IR A VOTAR, YO CREO QUE AHÍ SE VA A VER EL ÉXITO O FRACASO DE LA ELECCIÓN, NO NECESARIAMENTE EN QUIÉNES GANEN O QUIÉNES PIERDAN, SINO EN CUANTA GENTE SALIÓ A VOTAR PORQUE ESO LE VA A DAR LEGITIMIDAD AL PROCESO”.
La especialista abrió la puerta de la desmitificación en esta elección atípica, pues destacó la posibilidad de que muchos de las y los aspirantes que hoy son virales no precisamente ganen desde las redes sociales, ya que es necesaria una estrategia integral que incluye los espacios públicos.
“Esto va a desmitificar muchas cosas, porque todas estas herramientas de comunicación que es con la que tapizamos la vida de los ciudadanos nos da presencia, no solo en las redes sociales, y con el tiempo todo se hubiera traducido a redes sociales y con esta elección se va a desmitificar todo esto nos damos cuenta que lo que pasa en redes sociales se queda solo ahí”, señaló.
REGLAS DEL INE ¿CUÁLES DEBEN SEGUIR Y CUALES CAMBIAR?
Uno de los factores clave para que las campañas judiciales sean distintas a las campañas políticas son las reglas que estableció el INE, que impide a las y los participantes pautar su contenido en redes sociales y contratar espacios en medios de comunicación tradicionales, lo que se convierte en una barrera para difundir los mensajes.
“Yo no espero gran diferencia, eso es lo que vamos a ver, las reglas son tan duras que hay muy pocas posibilidades como para que sucedan cosas excepcionales, creo que la creatividad tiene límites”, explicó Patricio Morelos.
Por ello planteó que uno de los candados que debe romper el INE es el relacionado con la contratación de publicad, que permita mayor difusión de los perfiles y propuestas de las y los candidatos.
“El liberar la posibilidad de contratar publicidad, porque la gente se tiene que dar a conocer, los candidatos se tienen que dar a conocer, el proceso se tiene que dar a conocer, entonces, respetando topes de campaña, que deberán ser más elevados, que el candidato o candidata tenga la posibilidad de pautar por publicidad en las redes sociales para aumentar el alcance de sus propuestas y de sus proyectos de campaña”, consideró.
En ese mismo sentido se pronunció Adrián Figueroa, quien señaló que esta restricción debe incluir a los medios de comunicación, pues de lo contrario la participación de la ciudadanía puede verse afectadas en futuras elecciones.
“Lo más importante es que te permitan difundir tu mensaje, que te permitan difundir tu propuesta, que te permitan con pauta defender qué quieres ser o porqué estás en esa posición, porque el ciudadano no termina de entender ni saber qué están haciendo sus candidatos. Otro tema son los medios de comunicación, si los medios de comunicación no informan, no difunden, no tienen claro al momento de comunicar a los ciudadanos. Si esto no se hace, el interés de la gente va a bajar mucho más después de la elección”, propuso.
Señaló que la difusión de la elección par parte de la autoridad electoral resulta insuficiente, principalmente por la complejidad de ejercer el voto con un alto número de cargos a elegir y la dificultad de entender el diseño de las boletas a base de colores, números y género.
“Lo único que he visto de campañas de difusión y es mínima, son las campañas que ha sacado el INE o de los institutos locales, pero no te dicen exactamente quién es tu candidato, a la gente tienes que enseñarle a votar, son más de 11 boletas donde la gente tiene que poner letras y números, si antes era complicado que pusieran un tache, ahora imagínate que tener que poner números, letras, colores y eso está haciendo que haya un interés nulo”, agregó.
Por ello expuso el caso de los que entendieron las reglas del juego desde antes de la campaña y empezaron a pautar su contenido antes de que fuera prohibido para generar comunidad y tener mayor alcance en la difusión de sus mensajes.
“En esta campaña, quien arrancó antes y tenía la intención de ser candidato, empezar a ganar seguidores porque ahí sí podían pautar, los candidatos que lo hicieron tuvieron una ventaja enorme porque empezaron a crear comunidad, pero los candidatos que empezaron de cero han ido ganando seguidores”, comentó.
Por su parte, Yessica De Lamadrid añadió reglas distintas que rompen con todo lo conocido, pues a diferencia de una campaña tradicional donde solo hay un ganador, aquí puede haber hasta cinco, como es el caso de las candidatas a ministras de la SCJN.
“En las reglas del juego de las personas que quieren ser juzgadores, aquí sí hay segundos lugares y terceros lugares, cuarto lugares y hasta cinco, como el caso de la Suprema Corte de Justicia con cinco mujeres y cuatro hombres. Estamos en unas elecciones donde nadie tiene una bolita mágica”, recordó.

YO NO SÉ SI PODRÍA CONFIAR EN UNA PERSONA QUE ME DICE QUE ESTÁ MÁS PREPARADO QUE LOS CHICHARRONES PORQUE ESTÁS JUZGANDO, PONIENDO EN TELA QUE UNA PERSONA QUE VAYA O NO A LA CÁRCEL, AL FINAL SON BUENAS CAMPAÑAS EN TÉRMINOS DE MARKETING, PERO NO SÉ SI BUENAS CAMPAÑAS EN TEMAS DE CAMPAÑA Y CUMPLIR EL OBJETIVO”.
Consideró que la prohibición a los partidos políticos de participar también fue un factor que definió la elección desde un principio, pues recordó que los primeros en inscribirse fueron los aspirantes afines a Morena y sus partidos aliados, mientras que la oposición y aspirantes afines se abstuvieron de participar.
“Cometieron el gravísimo error de no participar, de que sus probables candidatos declinaran su participación en la elección a las personas juzgadoras. Con esto lo que hicieron es que cedieron un espacio en el cual podrían haber defendido su propia ideología en un modelo de justicia, pero sobre todo de derecho”, opinó.
Sin embargo, señaló que hubo otro sector, emanado del propio Poder Judicial que hizo a un lado sus ideologías partidistas y se inscribió en el proceso, como especialistas en la materia.
“Hubo algunos casos de jueces que dijeron que, sin importar los partidos políticos, y de acuerdo a lo que han realizado en su vida se van a postular, así lo hicieron también secretarios de acuerdo y distintas autoridades y sí se anotaron como especialistas en la materia”.
BAJA RENTABILIDAD PARA ESPECIALISTAS DE COMUNICACIÓN
Los bajos topes de gastos de campaña y las restricciones para hacer publicidad de los candidatos hicieron de esta elección poco atractiva para las y los especialistas en comunicación política, pues no se compara con el presupuesto que puede tener un partido político para contratar asesoría en una elección tradicional.
Un candidato o candidato a juez tiene un tope de gastos de campaña de 220 mil 326 pesos para los 60 días, el de un magistrado de Tribunal Colegiado es de 413 mil 111 pesos, magistrado de Sala Regional de 881 mil 304 pesos y el de magistrado de Sala Superior y ministros de la SCJN de un millón 468 mil 841 pesos.
“Resulta poco atractivo y quien te diga lo contrario creo que estaría mintiendo, pudiera ser atractivo desde la perspectiva de vivir la experiencia, participar y poder, más adelante, contar lo que se vivió en el proceso. Desde el punto de vista laboral, económico, es poco rentable por varios motivos”, comentó Patricio Morelos.
Más allá de los topes de gastos de campaña, recordó que las y los aspirantes no pueden recibir financiamiento público y privado, por lo que solo pueden invertir de recursos propios.
“La gran mayoría de los candidatos y candidatas tienen muy poco presupuesto, más allá del tope de campaña, personalmente tienen poco presupuesto para contratar equipos de consultoría, a diferencia de los partidos políticos que tienen un presupuesto anual y pueden invertir en asesoría”, añadió.
Otro de los factores para que resulte poco atractivo es el bajo interés que hay de la ciudadanía, pues con un estimado del 10 por ciento de participación, es difícil influir en la opinión pública.
“La realidad es que es muy complicado poder impactar verdaderamente en un proceso con tan poco interés, es decir, cuando uno toma un candidato a una alcaldía, tu sabes que la ciudadanía va a ir a votar por el alcalde, conoce a los partidos políticos, medianamente conoce a los personajes y ya tu abonas a poder hacer la diferencia, sin embargo, en un proceso donde llegas con gente poco interesada, donde va a haber baja participación, donde los personajes tienen poco nivel de conocimiento y donde el puesto a votar también es de poco interés y poco conocimiento, lo que uno pueda hacer, no va a marcar la diferencia en uno, dos o tres meses”, precisó.
Con tan baja participación, expuso que los votos que se obtengan serán más por el trabajo de tierra que por la influencia que pueda tener un consultor para movilizar a la gente en las urnas a través de una campaña de comunicación.
“Vamos a ver candidatos que ganen con mil, dos mil, tres mil votos y el trabajo del consultor no hizo que 2 mil personas fueran a votar por esa persona. Entonces es poco rentable, poco atractivo y a los colegas les interesa muy poco”.
Adán Figueroa apuesta a los ideales y a la experiencia que puede dejar un proceso inédito como este, donde el aprendizaje es el valor más preciado que se puede obtener, más allá de un beneficio económico.
“Quienes tomamos estas campañas lo hacemos no como el beneficio de un pago, sino son convicciones, es una convicción que a mí me gusta este tema, entonces estas campañas no están siendo realmente un negocio, sino están siendo campañas de mucho aprendizaje”, comentó.
Como parte del aprendizaje, resaltó la posibilidad de generar estrategias que impacten de manera más orgánica entre sus audiencias, pues sin posibilidad de pautado es necesario poner en marcha la creatividad y habilidades de encontrar canales de difusión.
“Al no tener pauta, todo el equipo buscamos una manera de poder conectar con los ciudadanos y cuando tu empiezas a ver en las redes sociales que tenías cero y ahora tienes mil 500 seguidores en otra campaña te podría decir que son muy pocos, pero en una campaña donde no te dejan pautar son muchísimos, que los has ganado en tres semanas. Es un ensayo y error que a mí y mi equipo nos está dejando una enseñanza bastante grande de cómo poder conectar de una manera mucho más orgánica con los ciudadanos para poder generar un interés”, afirmó.
Por su parte, Yessica De Lamadrid va más allá y considera este proceso como una oportunidad para las y los consultores especializados en comunicación política para crear un directorio, asociación o hasta barra de especialistas que pueda ser tomada en cuenta para futuras elecciones.
“Esta elección nos va a dar enormes oportunidades a todos, que nuestro gremio pudiera generar como mínimo un directorio de gente seria que se dedica a esto, lo máximo podría ser generar una asociación o una barra como hay una barra de abogados, de ingenieros, de arquitectos, de médicos, podríamos tener una barra de expertos en comunicación política”.
Agregó que la naturaleza de la elección va a dejar una enseñanza de la importancia que tiene un especialista de comunicación en una campaña electoral, desde la planeación y el tiempo de anticipación que lleva una campaña, hasta la necesidad de desarrollar una narrativa clara con mensajes que se queden en la mente del electorado.
“Lo que he observado en los candidatos es que han dejado para el último momento el tema de su campaña y nos va a dar una lección a todos los mexicanos porque ni las redes son la magia que genera toda la percepción ni conocimiento, ni las personas son capaces de traducir su narrativa de una forma clara, concisa y precisa”, concluyó.
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