Campaigns and Elections México

Campaigns and Elections México

MEXICO, NARCOTRAFICO, Y EL ESPEJO COLOMBIA 

¿PUEDE TROPICALIZARSE EN MEXICO LA ESTRATEGIA COMUNICATIVA QUE LE DEVOLVIO A COLOMBIA EL TITULO DE UNA NACION EN PAZ?

México y Colombia son países que comparten muchas similitudes a nivel cultural, sin embargo, no todas ellas son positivas y la cultura construida por la presencia del narcotráfico es uno de los flagelos que arrastran ambas naciones en la percepción internacional. 

Si Colombia tuvo a Pablo Escobar, México tuvo al Chapo, dos personajes que dieron origen a una narcocultura que vive arraigada en los dos países y queda evidenciada desde su música y productos de entretenimiento, como los narcocorridos y narcoseries. 

¿Puede México revertir la percepción internacional? En esta edición, expertos colombianos platican con Campaings and Elections sobre la experiencia que inició hace casi dos décadas en su lugar de origen para disolver la idea de que Colombia era un país peligroso y que logró disparar sus indicadores de turismo. 

Los especialistas coinciden en dos premisas básicas para lograr el objetivo: implementar una estrategia real que disminuya la presencia del narco y realizar una campaña de comunicación que resalte más las virtudes de México, que la cruda realidad de convivir con cárteles en diferentes puntos del país. 

Así lo describe Luis Duque, consultor y director de la firma Estrategia & Comunicaciones. “México debe desarrollar una estrategia que combine políticas de seguridad efectivas con una campaña de reposicionamiento internacional. Es fundamental recuperar la credibilidad de los mexicanos sobre los que los gobiernan, combatir la corrupción dentro de las instituciones y mejorar la coordinación entre los tres niveles de gobierno”.

Ancizar Casanova ve un área de oportunidad que pone a México en ventaja sobre lo que ocurrió en Colombia, pero precisa que más que una campaña requiere de una política seria para terminar con la inseguridad. 

“Ustedes tienen al Chapo, nosotros tenemos a Pablo Escobar, nuestros países muy similares en muchos aspectos, sin embargo, yo creo que México tiene unas enormes ventajas frente a nosotros y está en un proceso difícil, en la medida en que el gobierno entienda la importancia de depurar, pero no es con campañas, es con política seria”, señaló. 

Por su parte, Carlos Sánchez, consultor y especialista en campañas electorales, reconoce que, “Si hay dos culturas que nos entendemos perfectamente son los mexicanos y los colombianos, tenemos tantas similitudes a pesar de que no compartimos frontera y estamos tan distantes en el mapa, pero de verdad que siempre he dicho que los mexicanos y los colombianos tenemos muchas particularidades desde el punto de vista de los componentes sociales, de los componentes culturales, de los componentes familiares”.

COLOMBIA, EL RIESGO ES QUE TE QUIERAS QUEDAR 

Fue en la década de los 80 cuando en Colombia estalló una guerra contra el narcotráfico liderado por el famoso Pablo Escobar, de quien se escribieron canciones, se hicieron películas, series y cuya huella todavía es visible en algunas demarcaciones de este país. 

Fue hasta el año 2000 cuando Álvaro Uribe llega a la Presidencia de Colombia e implementa una estrategia de pacificación que duró dos periodos de gobierno y con ello nació una campaña que cambió la percepción de este país ante los ojos del mundo: Colombia, el riesgo es que te quieres quedar. 

“Esta campaña fue un acierto porque transformó la percepción del riesgo en una oportunidad. En lugar de negar los problemas de seguridad, mostró la belleza de Colombia, generando curiosidad e interés en el turismo. Fue un ejemplo de cómo una narrativa positiva puede contrarrestar una imagen negativa sin caer en la propaganda. La clave es destacar lo positivo sin ignorar la realidad”, expresó Luis Duque.

Aclaró que hoy en día, Colombia todavía padece problemas de narcotráfico, pero fue desde esta campaña y las estrategias subsecuentes que implementaron los siguientes gobiernos, acompañada de acciones de seguridad, lo que derivó en un cambio de la percepción internacional.

“Cabe aclarar que en este momento la percepción de seguridad con el Gobierno no es positiva. Sin embargo, en gobiernos anteriores se implementó una estrategia multifacética que combinó seguridad, políticas sociales y una campaña de imagen internacional. Se invirtió en infraestructura, educación y desarrollo económico para alejar a las comunidades del narcotráfico. Se lanzaron campañas de turismo que mostraban la diversidad del país, destacando la cultura, la gastronomía y el ecoturismo. Además, se promovieron figuras icónicas en deportes y arte para proyectar una imagen positiva. La clave estuvo en la articulación de esfuerzos entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil para transformar la narrativa del país”, agregó. 

Ancizar Casanova agregó que, sumado a esta campaña se desarrollaron políticas públicas para abrir las fronteras y permitir que los visitantes pudieran constatar que Colombia ya era un país seguro para ser visitado. 

“Luego se abren las fronteras y quitan en ese momento la VISA en Inglaterra para los colombianos y eso empezó a abrir un poco las fronteras y esos impactos empezaron a contribuir a mejorar la imagen nuestra, pero lo más importante es que los visitantes que llegaron en ese momento y se iban del país, se iban diciendo que es un buen país, puedes viajar sin problema, es económico”, explicó. 

Expuso que Colombia no es el único país o ciudad que pone en marcha campañas para quitarse la imagen de inseguridad, pues refirió el caso de Nueva York, que en la década de los 70 fue considerada una de las ciudades más peligrosas del mundo. 

“Mira cómo hizo Nueva York en la década de los setenta, tu llegabas a Nueva York, te bajabas y te decían: Bienvenidos a la ciudad más peligroso del mundo y te entregaban un cartel con una calavera”, planteó. 

“El gobierno se inventó un esfuerzo con la empresa privada y empezaron a salir series de televisión como Friends, una cantidad de series que empezaron a grabarse en Nueva York, a hablar de la ciudad y a generar una conexión emocional y esto les dio muchos resultados”, recordó. 

Por su parte, Carlos Sánchez destacó que la clave del éxito en esta campaña colombiana fue que no negó la realidad de lo que pasaba en el país, y por el contrario, supo dar vuelta a la posibilidad de vivir una experiencia positiva.

“Yo creo que esta campaña fue una campaña muy bien traducida, muy bien contextualizada porque no era decir que aquí no está pasando nada, por supuesto que estaban pasando cosas, pero era más lo positivo, era más las cosas bonitas, los lugares por visitar, lo que significaba la calidad de los colombianos que simplemente ese conflicto armado”, comentó. 

En datos duros, destacó los resultados de esta campaña, pues en el año 2000 Colombia recibía alrededor de 500 mil visitantes al año, una cifra que aumentó a 3.3 millones en 2017 y llego a casi 9 millones antes de la pandemia por COVID-19.

“Entonces sí se vio que esa campaña logró cambiar un poco la imagen de Colombia y demostrar que ese momento de riesgo logró traducirse en un factor positivo que era el riesgo de que tú te pudieras enamorar, te pudieras quedar y pasar un buen momento en Colombia”, precisó. 

Recordó que, en ese periodo, después de la campaña “Colombia, el único riesgo es que te quieras quedar” también se implementaron otras estrategias como la marca turística “Colombia es Pasión” que buscaba destacar la calidez, la hospitalidad, así como la identidad cultural del país; y posteriormente la estrategia “Colombia Realismo Mágico”, que era enfocada a unas experiencias únicas en el país, donde se promovía destinos emergentes.

FENTANILO, LASTRE DE MÉXICO A NIVEL INTERNACIONAL 

La crisis por consumo de Fentanilo en Estados Unidos pone a México en el mapa internacional por ser el principal proveedor de esta nueva droga sintética, que ha dado la vuelta al mundo por los efectos que causa y que se han viralizado en redes sociales.

La lucha contra la comercialización del fentanilo es un punto prioritario de la agenda del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien un día sí y el otro también exhibe a México como proveedor de esta droga, al punto de querer elevar el rango de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras. 

Ante la percepción negativa que genera esta discusión internacional, Ancizar Casanova destacó la necesidad de que la presidenta Claudia Sheinbaum no permita que solo se hable de fentanilo y resalte las acciones positivas de México para contrarrestarlo. 

“La presidenta debe sopesar, no dejarse, defender y plantear cada vez que intente meter Donald Trump la agenda sobre fentanilo, se debe resaltar lo otro y es urgente porque indiscutiblemente México está perdiendo en la industria del turismo porque la sensación de inseguridad que hay es impresionante y se debe recuperar eso porque si no el país va a llegar un momento en que quede entregado a la delincuencia, a la drogadicción y a las fuerzas de las mafias que todos sabemos que existen”, consideró. 

En ese mismo sentido se pronunció Luis Duque, al señalar la importancia que tiene saber comunicar las acciones y logros en materia de seguridad y salud pública para reposicionar la narrativa y poner en la agenda temas relacionados con los avances en otros sectores. 

“México debe asumir un rol proactivo, mostrando acciones concretas en la lucha contra el fentanilo y promoviendo la cooperación internacional. Es clave comunicar esfuerzos en seguridad y salud pública, enfatizando el combate a la producción y distribución. También se debe reposicionar la narrativa, resaltando avances en otros sectores como tecnología, turismo y economía”, puntualizó. 

Para Carlos Sánchez, los indicadores de turismo indican que la discusión por fentanilo y el narcotráfico en los últimos años, realmente no afectan el desarrollo turístico de México, que alcanzó su nivel más alto de turistas el año pasado, pese a la presencia del crimen organizado.  

“El tema de México es un caso de estudio porque México antes del COVID estaba recibiendo cerca de 45 millones de visitantes al año, eso en el año del COVID se redujo a la mitad, alrededor de 19 o 20 millones, pero después de la pandemia México ha venido teniendo un crecimiento consistente, en 2021 llegaron los 31 millones, luego 38 millones en 2022, en 2023 fueron 41 millones y el año pasado, 2024, México recibe poco más de 45 millones de visitantes, que se convierte en el punto histórico de más visitantes”, detalló. 

Explicó que este fenómeno se debe a que son más los atractivos que ofrece México con sus paisajes, gastronomía y calidez de su gente que el daño causado por los cárteles, por lo que, si logra reducir el crimen organizado, podría duplicar el número de visitantes. 

“Yo creo que nuestros países, en un momento determinado donde ese flagelo del narcotráfico pueda verse disminuido o reducido, yo creo que estos países van a explotar porque no tengo duda que México con cárteles recibe 45 millones, pero sin cárteles cuidado que recibe el doble. Yo creo que Colombia con cárteles y con conflicto armado recibe 10 millones, pero no tengo duda que podríamos recibir 20 a 30 millones”, consideró. 

NARCOSERIES Y NARCOCORRIDOS; UNA CONTRA CAMPAÑA A LA NARCOCULTURA 

“Cuando conocí al Chapo”, “Chapo: el escape del siglo”, “El Chapo”, “El Chapo and Sean Penn: Bungle in the Jungle” y “La Leyenda del Chapo”, son solo algunos de los títulos disponibles en plataformas solo sobre Joaquín Guzmán Loera, el narcotraficante mexicano más reconocido de los últimos años. 

A esto se suma un sinfín de canciones que hacen apología del narcotráfico y que ocupan los primeros lugares de popularidad en las plataformas de música, con un género que cobró fuerza como son los corridos tumbados, una especie de modernización de los tradicionales corridos mexicanos, que en décadas anteriores también realizaban referencia al crimen organizado. 

“Uno podría entender que es parte de la cultura, pero indudablemente es una cultura que no lleva a nada positivo y yo creo que ahí los gobiernos deben ser sensatos alrededor de ello”, expresó Carlos Sánchez. 

Describió que es una realidad muy similar en Colombia, pues además de que también son exponentes de narcoseries y narcocorridos, hay una cultura que genera ingresos por las artesanías y lugares icónicos que recuerdan a Pablo Escobar. 

“La única posibilidad que tienen los gobiernos de poder contrarrestar es poder darle mucha más fortaleza y mucho más consistencia a las iniciativas culturales y es triste ver que en nuestros países el Ministerio o las Secretarías que menos dinero tienen son las de Cultura”, consideró. 

Agregó que el deporte es otra área de oportunidad para orientar a los jóvenes a seguir este camino, en lugar de buscar refugio en el dinero fácil o las actividades relacionadas con el crimen organizado. 

“Si lo vemos desde nuestra generación, ser futbolista en mi tiempo era de desocupados, hoy en día hay muchos padres de familia que empiezan a ver que ser futbolista o ser deportista es una gran apuesta para el futuro de sus hijos”, aseveró. 

Agregó a la educación, tanto en casa como en escuelas, como un tercer eje de la estrategia para que los gobiernos logren sacar a los jóvenes del mundo del narcotráfico. 

“Creo que, si nosotros le apostamos al deporte, a la cultura, a la educación y fortalecemos eso desde la familia y desde los jóvenes, vamos a tener la oportunidad de que esa cultura del narcotráfico se empiece a interpretar de manera diferente”.

Ancizar Casanova agrega lo difícil que puede ser erradicar una cultura que genera ingresos en todos los niveles, por lo que adelantó que cualquier esfuerzo por cambiar la narcocultura llevará muchos años y requiere de una inversión importante por parte del gobierno. 

“Indiscutiblemente es una industria y mientras la industria sea productiva no la vamos a poder acabar, entonces el gobierno, con la responsabilidad que demanda, debe adoptar una política seria y destinar esos esfuerzos, que son recursos permanentes, porque la transformación no se va a lograr en un proceso de cuatro o cinco años, quizá después de una década de trabajo constante, de un trabajo internacional serio, pero de un trabajo interno serio es que definitivamente empezamos a recuperar terreno”.

Otra alternativa es fortalecer las figuras icónicas del país en el deporte, la música y la cultura en general, que posicionen a México a nivel internacional con una imagen distinta y alejada de la delincuencia organizada. 

“Yo creo que México debe hacer lo mismo, concentrarse en los íconos positivos, en las personas positivas. A nosotros el fútbol nos dio un aliciente importante, pero también el ciclismo nos dio, hoy tenemos ganador del Tour de Francia, hoy tenemos ganador de la vuelta a España, en Italia, hoy tenemos campeones, nos afianzamos mucho en el deporte para generar íconos y esos íconos los utilizaron publicitariamente”, refirió. 

Para lograrlo, resaltó la importancia de asignar mayor presupuesto a las áreas de cultura, deporte y educación, que permita generar movimientos socioculturales que arrebaten terreno al narcotráfico. 

“Se trabajaron muchos proyectos locales desde los territorios promoviendo el arte la cultura y el cine, en Colombia se creó una ley de cine, de fortalecimiento, de proyección y desde hace 20 años para acá ha habido todo un movimiento cultural que literalmente se le ha arrebatado al narcotráfico”.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, tiene claro la importancia de acabar con esta narcocultura y planteó un ambicioso plan de quitar las letras que hacen apología del delito en los famosos corridos tumbados. 

Un primer esfuerzo fue la presentación del Himno Migrante, una canción hecha por artistas mexicoamericanos que mezclan los géneros regionales de moda con una letra donde el mensaje principal es resaltar las virtudes de los migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos. 

“No va a ser suficiente, pero sí es importante. Es válido y creo que eso es recuperar terreno, esto es de paso a pasito porque nada se construye ni se destruye de la noche a la mañana”, consideró Ancizar sobre esta estrategia. 

Agregó que “en México hay que pensar en la microsegmentación, sobre todo hay que blindar los sectores que están menos dañados hoy para evitar que se sigan dañando y empezar a recuperar terreno, este es un proceso lento, yo creo que México tiene que ahondar en la microsegmentación, pensar en los territorios y tener una política social definida entre el arte y el deporte”.

Por su parte, Luis Duque consideró que esta iniciativa es interesante, pero su funcionamiento depende mucho de que se implemente de manera orgánica y cuidando la libertad creativa de los artistas. 

“Es una iniciativa interesante, pero requiere un enfoque bien ejecutado. Modificar la cultura popular no es fácil, y los artistas deben sentir que tienen libertad creativa. Si se hace de manera orgánica, incentivando la creación de contenidos que celebren el esfuerzo y la resiliencia sin glorificar la violencia, podría tener un impacto positivo. Sin embargo, es clave acompañarlo de estrategias más amplias, como oportunidades reales para los jóvenes en educación y empleo”, señaló. 

Coincidió que, en lugar de prohibir este tipo de música, es recomendable ofrecer narrativas alternas que pongan lo mejor del país como centro del mensaje y extender este tipo de producciones en la industria del entretenimiento y la cultura. 

“La clave no es prohibir ni censurar, sino ofrecer narrativas alternativas. Se deben promover historias que exalten valores positivos, como el esfuerzo, la innovación y la superación. Es fundamental trabajar con la industria del entretenimiento y la cultura, para impulsar producciones que destaquen a héroes reales en ciencia, tecnología, arte y deportes. Además, deben implementarse programas educativos y de concientización para que las nuevas generaciones comprendan las consecuencias del narcotáfico y opten por caminos diferentes”, agregó. 

Reconoce que en poblaciones donde el narcotráfico no solo es parte de la cultura, sino también de la economía, será difícil implementar una campaña que aleje a la población de este mundo, por lo que esta debe ir acompañada de una estrategia integral que incluya desarrollo económico y programas de reinserción social. 

“Es difícil, pero no imposible. Se requiere una estrategia de largo plazo basada en educación, desarrollo económico y programas de reinserción. Se debe fortalecer la presencia del Estado con infraestructura, salud y oportunidades laborales, para que la población no dependa de los grupos criminales. Además, es crucial el trabajo con líderes comunitarios y figuras de influencia local para cambiar la narrativa desde dentro”. 

Aseguró que México cuenta con talento y alternativas para ofrecer nuevas imágenes icónicas al mundo y recordó los casos de artistas como Salma Hayek, Guillermo del Toro o Checo Pérez para cambiar la percepción del país. 

“Se debe invertir en estrategias que promuevan talentos emergentes y posicionar a México como una potencia en cine, música y deporte. Estos íconos pueden ser embajadores naturales de una nueva narrativa sobre el país”, explicó. 

Precisó que las estrategias radicales, como la que implementó El Salvador para dar a conocer al mundo que acabó con la mafia de las pandillas, pueden ofrecer resultados rápidos, pero representan un riesgo institucional en el cuidado de los derechos humanos. 

“Las estrategias radicales pueden tener resultados rápidos, pero también riesgos a largo plazo en derechos humanos y estabilidad democrática. Lo ideal es un equilibrio entre seguridad efectiva y fortalecimiento institucional para garantizar sostenibilidad en el tiempo”, señaló. 

En conclusión, los especialistas ven atributos en México que le dan la oportunidad de posicionar una narrativa positiva, por encima del problema de seguridad que se vive por la presencia del crimen organizado, que va desde su comida, sus bellezas naturales, su gente y sus figuras icónicas para cambiar la percepción internacional.