Indira Kempis. Senadora por Movimiento Ciudadano

Redacción C&E.- ¿Para qué ingresaste a la política? ¿Cómo tomaste la decisión de iniciar tu carrera en este ámbito?Mi historia previa a la política fue defender a las personas víctimas de la violencia generada por la mal llamada “guerra contra el narcotráfico” que después me hizo ser emprendedora social creando proyectos urbanos que pacificaron barrios tomados por el crimen organizado. Cuando lo decidí es porque me sentí lista para elevar el nivel de responsabilidad y desplazar a esos políticos que tanto estorban para cambiar al país. No fue fácil. Tuve que “quemar las naves” de mis propios prejuicios y también de la gente que hasta hoy desconfía de la política. Pero aquí sigo. Resistiendo.¿La razón por la que entraste en la política hoy sigue siendo la misma?Dentro del sistema político abres más los ojos. Entonces, mientras más veo que todo está mal, más me inspira seguirme retando a resolver las cosas de lo que parece imposible. Darle sentido a mi lucha en lo que vale la pena para hacer la diferencia. No me gusta hacerme la víctima de las circunstancias. Sino reconocer en mí el poder personal y constitucional que tengo. Es posible no ser igual que todos ellos: los conformes, los que se adaptan, los que sobreviven en silencio a un sistema que oprime.¿Qué tanto has hecho eso que pensaste y que te falta aún por hacer?Tres causas que me mueven: la descentralización financiera, la electromovilidad y la igualdad salarial entre mujeres y hombres. Esta agenda legislativa ha puesto sobre la mesa la mayor aportación de anticipación al futuro. La mayoría de los políticos tradicionales son los últimos en enterarse de las realidades. Sin pensar que el futuro no los va a esperar. Así que poner sobre la mesa debates de altura y consensos sobre lo más avanzado de la civilización humana, bajo leyes flexibles a lo que viene, ha hecho que se tomen incluso decisiones fuera del Senado, que nos permiten estar a la altura no del pasado que ya fue, sino lo que viene.¿Cuáles son tus momentos clave en tu trayectoria política?Primero: El día que ganamos el Senado en una victoria “David vs Goliat”. Mi candidatura nació muerta y todo mi trabajo y la gente que me respalda nos hizo agregar un escaño más para Nuevo León. Yo no di dinero por mi espacio, soy la primera y única mujer de mis dos familias que se dedica a la política, vengo de la pobreza, no tengo apellido político, defiendo “minorías” y esas ideas de un futuro que no ven, pero que yo sí veo. Te podría decir más, pero con eso admito que éste es uno de mis momentos favoritos. Segundo: Las innumerables veces que junto a las comunidades que represento hemos conseguido que se aprueben leyes o también que detengan leyes. Son muchos. Hacer política con la gente, de abajo hacia arriba, afuera…¿Quién es tu inspiración para hacer política?Me encanta verme en las mujeres que hacen historia. Angela Merkel, Michelle Bachelet, Jacinta Arden, por mencionar algunas. Algún día contaré una gran historia, como la de ellas. Pienso.¿A qué mujer admiras? (no vale decir que a tu mamá)Si no es mi mamá, entonces, es mi abuela Lupita. Se separó por violencia intrafamiliar cuando eso era casi inmoral. Lavando y planchando para otras personas, después como comerciante, sostuvo a sus hijos e hijas. Es la persona que me enseñó que nada es gratis, que no tengo por qué soportarlo todo y que ante la adversidad siempre hay salidas, pero que tienes que buscarlas tú. Nadie va a venir a salvarte. Ser su nieta es saber que de ahí vengo y de ahí soy.¿Cuáles han sido los avances en materia de equidad de género ocurridos en el país durante el último año que consideras más importantes? ¿En el mundo?Sin duda el dictamen por la igualdad salarial que discutiremos y votamos en el Senado después de 30 años de no reconocer que el piso está disparejo entre lo que ganamos las mujeres y los hombres. Datos hay un montón. Es una brecha de desigualdad que provoca otros problemas sociales graves. Así que presentar esas iniciativas y hacer consensos con mis colegas ha sido de los momentos épicos, porque estoy convencida que nadie puede sentirse poderosa si está en desventaja en sus derechos económicos. Ahora sí que como dice Shakira “las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”.¿Cuáles son los principales retos para las mujeres para acceder a espacios de toma de decisiones?Que dejen de ser espacios violentos para nosotras. Sigue siendo esto casi una “locura” y lo es porque todas sabemos que antes los pactos patriarcales y los clubes de Toby, adicional al contexto que ya es violento de por sí para todos y todas, nosotras afrontamos más riesgos. El día en que los hombres de la política quieran deconstruirse (autoeducarse) y que se castigue la violencia política en razón de género, contaremos otra historia. Por no, no cuenta con que nos hayamos ganado el derecho a participar, falta mucho para que podamos hacer política en paz¿Qué les aconsejarías a otras mujeres que están entrando o por entrar a la política?Que cuiden su interior. Se pueden y se van a meter con todo para que no aspires, para que no llegues, para que no ejerzas tus derechos. Lo siento, pero no voy a romantizar la política. Pero, aquí les va un consejo (no me gusta dar consejos, haré una excepción porque sí importa) hay algo con lo que no pueden meterse: con el corazón, la mente y el espíritu. Si eso está fuerte y en coherencia, nadie te va a detener.¿Cuándo lograremos la paridad política en el país? ¿Qué nos falta aún?Haciendo más política con ellos. El problema no son las leyes. Ahí vamos, quisiéramos ir más rápido, pero es lo que hay. Pero si no hay convicción del lado de quienes siempre han tenido el poder, es muy complicado. Porque otra vez: no es cuestión de cuántos espacios, sino la calidad de los mismos. De muy poco sirve tener mujeres que terminarán haciendo lo que ellos digan. Hay que tener conciencia de género. Pero la responsabilidad no debería ser nuestra, debería ser de ellos. Para su “suerte” la realidad los está rebasando, no les quedará de otra. Ya llegamos, no nos vamos, tendrán que aprender.¿Te ha dejado satisfecha el papel de las mujeres gobernadoras en el país?No. Que quede claro que el género no es una garantía de nada, más que de género, valga la redundancia. Pero, al menos ya avanzamos algo en la historia de México: podemos hacer esa pregunta en femenino.¿Has sufrido discriminación en tu profesión por ser mujer?Antes pensaba que no, pero porque a mí me enseñaron en mi casa que eso era indistinto. Viniendo de una circunstancia de pobreza y teniendo la madre y las abuelas que tuve a mí, a nosotras, lo único que nos quedaba era sobrevivir y sacar adelante nuestros sueños. Así que yo no me detenía a pensar si “me sacaron la lengua” o no. Aprendí a como decía una de mis abuelas: “vístete de mantequilla. Que se te resbale lo que no sirve”. Eso hice. Me sirvió para contar esta historia de mucha resistencia (que no es lo mismo que aguantar a lo idiota) y de rehacerme y reinventarme vez tras vez. Pero al mismo tiempo, se que tampoco se debería obviar que sí somos discriminadas, si vivimos en desventajas y sí nos matan sólo por ser mujeres.¿Hay apoyo de las mujeres hacia nuestras mujeres gobernantes o candidatas?Es difícil deconstruir al macho que todas llevamos dentro. Pero, a mí mejor pregúntame si es difícil que los hombres nos apoyen, porque para tal caso, la mayoría de los hombres son los que tienen los cargos de mayor jerarquía en el poder.¿En qué momento te has sentido apoyada por el género opuesto?Cuento a los hombres aliados de verdad con los dedos de una mano. Pero el respaldo de quienes sí lo son al menos en mi caso es demostrarme que yo puedo resolverlo, que no los necesito, que estoy aprendiendo a ser mi propia fuerza política. Eso les agradezco, ahí me doy cuenta que son aliados de verdad. Que no me quieren dependiente de ellos y que me encuentran suficiente como para darle para adelante.Hay una mujer presidenta de la SCJN, ¿qué deja de bueno esto para el género en relación con el poder y como se puede ayudarla desde las trincheras en la que estás?Es mujer y es disidente de las decisiones del Presidente, ¡vaya combinación explosiva! La acompaño porque hizo historia, pero más la hará cuando resista al hombre que piensa que el país es de él. Aquí estamos para lo que necesite en ese complicado contrapeso del que autonombra su gobierno como “el más feminista de la historia” pero que los datos nuestros no lo ven así.¿Por qué es importante tener más mujeres en el poder?Por justicia social. Esto no es un favor ni es consideración porque “los tiempos han cambiado” o porque los hombres del poder se están dando cuenta que tienen hijas, hermanas, esposas, amantes y madres. Es porque una lucha feminista ha ido conquistando derecho tras derecho. Ser votada es un derecho. Todas en la democracia y en la representatividad al ser el 50 por ciento de la población, así como en pluralidad de nuestro género debemos tener acceso. Para eso está el Estado de Derecho y las instituciones, para que todas quepamos ahí en donde les hemos resultado históricamente incómodas.¿Cómo has apoyado las causas feministas?Teniendo una mirada con conciencia de género en mis acciones políticas, mi trabajo legislativo, mi vida personal. Odio el feministrómetro porque para mí el feminismo libera, no esclaviza. Así que me puedo equivocar y volver a empezar. Acepto que me estoy deconstruyendo haciendo lo mejor que puedo. No quiero ser feminista por declararlo, ahí nomas que “lo que se ve no se juzga”, diría Juan Gabriel.¿Está México preparado para tener una mujer presidenta?Siempre hemos estado aquí, pero no visibles. Esa para mí no es una pregunta, es una afirmación. México está preparado para tener una Presidenta.¿Cuál será el papel de la mujer en la elección de 2024?Las mujeres somos el futuro de la política. Un político que no lo entienda se habrá perdido de la maravillosa experiencia que es incluir a personas que han sido relegadas de lo que les pertenece: un mundo que no debió excluirlas nunca.