Con una década de experiencia en el servicio público, Tania Palacios Kuri está lista para asumir su siguiente reto como diputada federal del PAN en la Cámara de Diputados, con la convicción de convertirse en un activo en beneficio de las y los mexicanos.
Ya cuenta con experiencia legislativa como diputada local en Querétaro, donde también se desempeñó como secretaria de Desarrollo Sostenible de la capital de ese estado.
En plática con Campaigns and Elections, Tania vislumbra un México de oportunidades, pero también de contrapesos, comprometida a ser una oposición responsable, que sume y sin oportunismos políticos.
¿Cuál fue el camino que tuviste que pasar para llegar a esta posición que pronto asumirás?
A casi una década de haber pisado terreno público, te puedo decir que es un viaje con muchas curvas, he tenido la oportunidad de formar parte de gabinete estatal y municipal, de ser legisladora local y de ver a la política como un eslabón en la cadena del bien de México. Llevo construyéndome muchos años como servidora pública, profesionista y lo más importante, como persona, con el ánimo de construir, de enmendar, de aliviar dolores y de no solo visualizar el México que merecemos, sino de ser un activo a su favor.
¿Cuándo y cómo decidiste dedicarte a la política?
De alguna forma no es que yo buscara a la política, ella me encontró a mí desde muy joven, era recién egresada de Derecho y trabajaba en Derechos Humanos, desde ahí veía un sistema político contaminado, con obesidad de egos y anorexia de empatía. Se dio una bifurcación en mi vida y me tocó decidir entre continuar el camino que llevaba y darme un clavado a la política. Yo siempre diseñaba en mi cabeza un espacio donde saciar mi hambre de sentir que era útil para algo, que al mismo tiempo tuviera un sentido de trascendencia social, que los cambios en la vida de las personas que tocara fueran profundos y palpables, que tanto estudio y preparación no fueran solo paja académica, sino gasolina social. Cuando me di cuenta de que el servicio público era un medio para eso, decidí involucrarme más. Son tantos los sacrificios familiares y personales que sin pasión no se podrían sobrellevar.
¿De qué manera te sumaste al partido que ahora representas?
Me sumé al PAN porque comparto sus ideales humanistas. Si la política no tiene como primicia poner a la persona en el centro de las decisiones estamos siguiendo una brújula peligrosa. Hoy el sistema de partidos debe verse al espejo y enfrentar la realidad, los ciudadanos hacen a los partidos y no viceversa.
¿Cuánto tiempo tuvo que pasar y cuáles fueron las dificultades, para que pudieras obtener la candidatura que querías o la posición de gobierno que ahora tendrás?
Más de diez años me han dado la experiencia, la piel de elefante y la pasión intacta de aguantar muchos retos, unos agrios y otros dulces. He tenido desafíos personales y profesionales, me he curtido a mano para dar lo mejor de mí, para nunca creer que ya fue suficiente ni de escuchar, ni de resolver, ni de prepararme. La constancia y la resiliencia fueron clave. Una vez me dijeron algo muy cierto, la política es como el juego de serpientes y escaleras, algunas veces toca ser defensa, otras delantero, pero siempre buscando que el gol sea para México.
¿Qué aprendizaje te dejó la pasada elección?
Cada elección es una lección, al triunfo y a la derrota electoral hay que tratarlos como a dos impostores. Lo que me queda claro es que con una de las elecciones más violentas, siendo la política una actividad de alto riesgo y fuente de polarización y apatía social, tenemos el síntoma innegable de lo mucho que hay que hacer para sanar y unir a México.
En lo político, ¿quién es tu ejemplo a seguir?
Hay tantas y tantos que han dejado una huella memorable, que construyo un híbrido de lo mejor que encuentro. Lo mejor de los idealistas, de los realistas, de los pragmáticos, de los creativos, de los estrategas, de los operativos, de los disruptivos, de los valientes, un combo de las cualidades esenciales para saber servir y trascender. Admiro mucho a los no conformistas, a los que veían en la concordia una puerta más grande que su ego, como Eleanor Roosevelt que dijo una vez: “Tenemos que afrontar el hecho de que o vamos a morir juntos o vamos a aprender a vivir juntos. Y si vivimos juntos, tenemos que hablar.”
Si pudieras, ¿qué cambiarías del camino que tuviste que pasar para llegar a este día, y que error no repetirías?
Nada cambiaría del camino, lo que importa es el destino y para eso nunca hay que olvidar el origen, creo que si perdemos el por qué llegamos, perdemos la brújula, muchos se quedan extraviados en los colmillos de la política, hacen del viaje un terreno de ambición y de egoísmo y del camino un pretexto para no perder la varita mágica que encontraron en el poder. Siempre busco regresar a esa pasión que me trajo hasta este momento y esta responsabilidad.
¿Qué te parece el México que deja Andrés Manuel López Obrador?
Ha sido el presidente con más expectativas ciudadanas, mismas que hoy se traducen en un país polarizado. Un solo hombre no puede ser la causa de todas las deficiencias estructurales que vive México, pero las heridas vigentes en materia social, económica y democrática deben de tomar la atención de todos, de un país multicolor que merece ser más mágico que trágico. Lo veo en términos prácticos, lo mucho que queda por hacer.
¿Qué esperas del México que por vez primera será gobernado por una mujer?
Lamento que mis abuelas no vivan para presenciar que México está preparado para ser gobernado por una mujer y las mujeres estamos preparadas para liderar a México. Es una oportunidad de grandísimas dimensiones, el sueño, sudor y sangre de muchas deben de caber en una agenda pública que se aleje de los elefantes blancos y del atole con el dedo, que muchas de nuestras antepasadas probaron. Espero de corazón que la primera en encarnar esa lucha pueda ver por lo mucho que nos une a todas como mujeres y no por lo que nos divide.
La oposición a Morena, ¿qué debe mejorar para volverse competitiva?
Un país es sano cuando hay pesos y contrapesos, debemos de dejar de ver a México como un duelo de partidos y más bien como una batalla única contra el hambre, la desidia, la corrupción, la polarización, la desigualdad. Para eso hay que ser críticos, reflexivos, accionarios, temerarios, de orejas grandes para escuchar, de manos prácticas para resolver, de mente abierta para que pueda entrar la concordia, eso hace a una oposición inteligente y no oportunista. Conectar con los ciudadanos y desconectar de la paja y de la grilla.
¿Cuál consideras que es el valor de la comunicación en una campaña política, en el desarrollo de un cargo, o en una gestión de gobierno?
Sin comunicación no hay acción conocida, sin transparencia hay dudas, sin puentes de información hay incertidumbre, sin incluir a los ciudadanos la vida pública es egoísta.
La comunicación es un puente, un hilo que conecta, que informa, que suma para co gobernar con los ciudadanos. En la era del alcance digital, con tanta desinformación, el reto es conectar y no desconectarnos entre mexicanos.
¿Qué podrás aportarle a este México y a tu estado y ciudad desde la trinchera en que estarás?
Una voz valiente, un compromiso implacable, experiencia, juventud y corazón. Esta trinchera la cuidaré como cuido a mi hija, con amor, responsabilidad, sin escatimar en tiempo y en entrega. Haré lo que pueda para que mi hija y las mujeres del futuro se sientan orgullosas del camino que se les abre y trataré de contagiar el cómo visualizo a un México sin cicatrices, de potencial. Seré práctica, propositiva, concisa y resolutiva.
¿Te gustaría aparecer en una boleta electoral para el 2027 y el 2030?
Mi meta no se reduce a una boleta, y lo digo de verdad. Sería irresponsable descartarme y soberbio asegurarme. La política no es mi única trinchera para servir, la veo con desapego, pero con compromiso. Pero si te aseguro que estoy preparada y construyéndome todos los días para todo.
¿Cómo te imaginas a México para la próxima década?
Tengo una visualización muy clara de lo que merecemos para este país. Espero ver un solo México donde estemos todos para uno y uno para todos, que abrace su potencial, que no vea al futuro con ojos del pasado.
¿Cómo te imaginas profesionalmente dentro de 6 años?
Diciéndole a México: nada te debo y conmigo cuentas, aquí está el saldo a tu favor social, económico y político que dejaste en mis manos.
Tania Palacios Kuri
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