Campaigns and Elections México

Campaigns and Elections México

Originario de la Ciudad de México y abogado de profesión, Jorge Romero asumió a finales del año pasado la dirigencia nacional del PAN, con el reto de fortalecer al partido desde la oposición y con la meta de recuperar la mayor parte de los espacios políticos en la elección de 2027.  

En conversación con Campiagns and Elections, comparte que su vocación no nació de una sola figura, sino de múltiples experiencias y referentes que marcaron su camino: desde líderes históricos del PAN como Manuel Gómez Morin, Maquío Clouthier y Diego Fernández de Cevallos, hasta vecinos y liderazgos comunitarios que demostraron que servir a la gente es una responsabilidad colectiva. Para él, la política debe ejercerse con principios, convicción y congruencia.

Con una visión crítica sobre el rumbo del país, afirma que México enfrenta el reto de preservar la democracia frente a riesgos de autoritarismo. Al mismo tiempo, proyecta un futuro de oportunidades si se apuesta por la educación, la innovación y la confianza en la ciudadanía. Su compromiso, asegura, es seguir trabajando para que las instituciones sean verdaderos contrapesos y para que la gente viva con seguridad, libertad y dignidad.

¿Qué te llevó a iniciar el camino en la política y no en otra carrera?

Soy abogado de profesión y, desde muy joven, tuve claro que quería dedicarme al servicio público. Siempre he sido una persona interesada en entender cómo funciona el país, cómo se toman las decisiones que impactan la vida de millones de personas y qué se puede hacer para que las cosas mejoren y las familias puedan vivir en mejores condiciones. Estoy convencido de que la política es donde puedes transformar realidades.

¿Hubo algún personaje que te inspiró para entrar al servicio público?

No hubo una sola persona, sino muchas historias que me marcaron. Por supuesto que figuras como Don Manuel Gómez Morin y Luis H. Álvarez son referentes para cualquiera en Acción Nacional, pero principalmente fueron Maquío Clouthier y Don Diego Fernández de Cevallos, el Jefe Diego, por sus campañas electorales y debates durante los procesos en los que contendieron: hombres de principios firmes, que hicieron política cuando ser oposición implicaba sacrificio y convicción. Pero también me inspiró mucho ver a vecinos y líderes comunitarios que se organizaban para resolver problemas. Me quedó claro que servir a la gente no es un privilegio de quienes ocupan un cargo, sino una responsabilidad de cualquiera que priorice el bienestar colectivo.

¿Ha cambiado la forma de hacer política?

Ha cambiado mucho. Antes era un ejercicio más lejano de la ciudadanía; hoy la gente es más exigente, y eso está muy bien. Existen herramientas como las redes sociales, a través de las cuales puedes establecer contacto inmediato. Estar escuchando las necesidades de las familias es el mejor método para realmente ayudar a la gente.

¿Qué es lo bueno, lo malo y lo feo de estar en política?

Lo bueno es que tienes la oportunidad de cambiar para bien la vida de las personas.

Lo malo es el desgaste personal; este trabajo te exige tiempo y energía, pero, aun con eso, vale la pena.

Y lo feo, sin duda, es la corrupción.

¿Cuál es el mayor reto de México en la actualidad?

El control del poder. Morena está llevando al país al autoritarismo. Afortunadamente, millones de mexicanas y mexicanos no estamos de acuerdo con eso y estamos dispuestos a detenerlos y retomar el camino hacia la democracia.

¿Cómo te imaginas a México en 2030?

Sueño con un país que haya aprendido de sus errores, que se haya decidido a apostar en serio por la educación, la innovación y el talento de su gente. Me imagino a México en 2030 como un país seguro, confiable y capaz de destacar a nivel internacional. No es un sueño imposible: depende de que hoy tengamos el valor de corregir el rumbo.

¿Ves alternancia o perpetuidad?

La democracia vive de la alternancia. Cuando un solo grupo se aferra al poder, el país pierde. Hoy, el gobierno en turno ha hecho todo por perpetuarse: ha desaparecido los órganos autónomos, ha sometido al Poder Legislativo y ahora busca capturar al Judicial. Nosotros, en el PAN, vemos la democracia como camino hacia el desarrollo de la sociedad y el crecimiento de las familias.

¿Qué te llevó a sumarte a tu partido?

Acción Nacional representa valores que siempre he considerado fundamentales: libertad, respeto a la persona humana y búsqueda del bien común. Encontré en el PAN una plataforma donde no solo puedo opinar, sino actuar. Es un partido que nació luchando contra el autoritarismo, y eso siempre me ha inspirado.

¿Cuál ha sido tu mayor aportación al servicio público?

Creo que mi mayor aportación ha sido trabajar para fortalecer el Congreso como contrapeso real. Durante mi tiempo en la política local y nacional, me he enfocado en construir espacios donde se escuchen todas las voces. Para mí, un Congreso fuerte es la mejor garantía de que los ciudadanos tienen a alguien que los defienda.

¿Quién es tu figura política modelo?

Luis H. Álvarez es una inspiración constante. Fue un hombre de principios firmes, congruente hasta el final, que luchó por la democracia en tiempos en que ser oposición era difícil y arriesgado.

¿Qué ley propondrías o mejorarías?

Como legislador federal he presentado e impulsado diversas leyes, todas ellas enfocadas en mejorar la vida diaria de las familias mexicanas.

¿Y a nivel local?

En la Ciudad de México hay, de la misma manera, mucha necesidad de mejorar la vida de la gente. Particularmente, entre otras cosas, urge una política de movilidad moderna: mejorar el transporte público, garantizar accesibilidad para personas con discapacidad y generar ciudades seguras para peatones y ciclistas. La calidad de vida de la capital depende de que podamos movernos con dignidad y seguridad.

¿Cómo mantienes informada a la ciudadanía de tus actividades?

Me gusta estar presente en redes sociales, pero, sobre todo, valoro el contacto directo: recorridos, encuentros ciudadanos y giras a los estados. Hablar cara a cara con la gente te da una perspectiva que ninguna estadística puede dar.

¿Consideras que el país está mejor o peor que antes?

Siento que estamos peor. No todo está mal, pero de ninguna manera está todo bien. Y no lo digo como crítica partidista, sino como realidad: nos acercamos cada vez más a un país autoritario, con menos confianza en las instituciones y con carencias en salud, educación, entre otros. Hoy veo en la gente más frustración que ilusión.

¿Cómo te ves para 2030?

Quiero seguir trabajando por México, siempre aportando para construir una mejor realidad para las familias de nuestro país.

¿Qué es lo más valioso de México (y tu estado)?

Lo más valioso de México es nuestra gente: trabajadora, creativa y solidaria. En la Ciudad de México me enorgullece nuestra diversidad cultural; es una ciudad que refleja la historia, los contrastes y el talento de todo el país.