Medio día en el corazón de Polanco. Desde el tercer piso de la calle Verne 42, logran verse a lo lejos y por igual la enorme bandera nacional de Campo Marte que, justo a un lado, las enormes torres que alojan a las grandes firmas de hoteles de cadenas internacionales. Es tarde soleada, hay poco viento y por ello el lábaro patrio apenas y ondea. Carlos Mandujano se acomoda el saco azul oscuro. La sesión de fotos ha iniciado y en su oficina, justo a un lado de la terraza donde la buena suerte ese día nos hizo entender por qué Carlos Fuentes bautizó hace tiempo a la Ciudad de México como “la región más transparente”, la inercia de la plática entre flashes hace recordar al consultor sus inicios en la comunicación política.
-Ese tema se lo tengo que agradecer a Cuauhtémoc Cárdenas. Él me propuso que me preparara en términos de comunicación, de estrategia política. Es el primero que me da la oportunidad de irme a estudiar fuera de México para prepararme, y entonces voy primero a los seminarios de Miami y luego a los de Washington (DC). Luego hago un verano completo en The George Washington University y pues descubro que es algo para lo que creo que tengo un poco de colmillo, de lectura y de intuición. Más adelante me toca que un entrañable amigo, Demetrio Sodi, me pide que le ayude a participar en su campaña a la Jefatura de Gobierno. En condiciones verdaderamente difíciles. El PAN en aquel momento contrata a algunos consultores extranjeros, y me da mucha risa porque en una de esas reuniones con el consultor extranjero que cobraba muchísimos dólares, viene y me dice: “los electores votan movidos por las emociones no por las razones”. Y pues me suena muy bien, me suena lógico. Entonces se para y se va. ¡Esa fue su intervención en la junta! Y cobraba 50 mil dólares por venir.
– ¿Esa fue toda la intervención del consultor?
– Sí. Esa fue su intervención. Y bueno, esa campaña todo el mundo sabe el resultado. Demetrio saca una gran votación en el D.F. pero era complicadísimo ganarle al PRD y a Marcelo y a todo lo que significaba Andrés Manuel en la ciudad. Sin embargo, hace un gran trabajo, fija agenda. En términos de un estratega, en una campaña tienes muchos objetivos. Y en esa campaña que era poco me- nos que imposible ganar, el objetivo era llevar la agenda, las propuestas de nuestro candidato o de nuestro cliente en ese momento.
– ¿Esa fue tu primera campaña Carlos?
– Esa fue mi primera campaña no como consultor, sino como jefe de mensaje. Allí es donde conozco a José Adolfo Ibinarriaga y a Roberto Trad que era amigo de nosotros. Después de esa campaña nos juntamos los tres y la idea era que escribiéramos un libro sobre el cuarto de guerra en las campañas mexicanas. Cuando comenzamos a reunir- nos, empezamos a contar nuestras anécdotas de campañas, las mías en el PRD; las de José Adolfo en muchas que había participado en el PAN; y Roberto Trad con algunas que había participado en el PRI. Cuando vemos la amalgama que se forma con estas tres visiones de la política mexicana, decidimos dejar el libro a un lado y empezar nuestra empresa o nuestra firma.
– ¿Así nace Cuarto de Guerra?
– Así nace Cuarto de Guerra.
– ¿En qué año fue eso?
– Estamos hablando de 2006. Ahí nace la firma Cuarto de Guerra, que es muy chisto- so porque nuestro primer nombre iba a ser Centro de Mando, y cuando lo fuimos a registrar ya estaba ocupado por una empresa de seguridad privada. Y entonces nuestra tercera opción era Cuarto de Guerra, y afortunadamente y graciosamente para nosotros estaba libre. Entonces lo tomamos, es un nombre muy genérico en campañas que finalmente nos dio la posibilidad de tener un nombre con un impacto interesante para este momento en México. Con esa idea salimos a buscar clientes, yo con mis amigos perredistas dije, “nos van a contratar”. Ellos con sus amigos panistas y priistas pensaron igual: “nos van a contratar”. Pero tristemente en ese momento los políticos mexicanos confiaban muy poco en los consultores o asesores mexicanos y nos tocaba ver pasar las grandes cuentas a Dick Morris, a el maestro J.J. Rendón, a Ralph Murphine a Carlos Escalante. Todos ellos se llevaban las grandes cuentas y a nosotros nos volteaban a ver pero nos decían “pues sí está padre pero ahí los busco después”. Entonces nuestra decisión fue salir- nos a hacer una campaña fuera. Analizamos el panorama en Latinoamérica y había tres elecciones en ese momento: estaba Nicaragua, Venezuela y Ecuador. El contexto de Nicaragua y de Venezuela no era el más amable y el contexto de Ecuador era muy interesante porque en 10 años habían tenido cuatro presidentes. A cacerolazos habían corrido a un presidente. Habían tenido una devaluación. El escenario estaba muy movido en el Ecuador y, otra vez le agradezco a Cuauhtémoc Cárdenas, ya que haberme encargado de su oficina de Comunicación abrió puertas en Latinoamérica. Tanto que encontramos que uno de los hombres cercanos a Rafael Correa había estudiado en UAM Xochimilco y era ferviente admirador de Cuauhtémoc y de los movimientos de izquierda en el país.
– ¿Ecuatoriano él?
– Ecuatoriano sí. Ricardo Patiño, hoy canciller de Ecuador. A través de él buscamos una forma, a través de otros amigos buscamos otra forma y finalmente conseguimos parárnosle enfrente a Rafael Correa un día. Compramos nuestros boletos de avión, nos fuimos a Ecuador y enfrente le platicamos nuestra idea y nuestro método -que en aquel entonces era muy incipiente- de cómo hacer un cuarto de guerra y cómo gerenciar desde allí una campaña. Hay una anécdota muy interesante de Rafael Correa porque después de que nos oyó media hora, nos dijo que él no creía en los asesores, que ya había conocido a muchos y que no le parecía que fueran algo de utilidad. Cuando me pregunta a mí cuál es la estrategia para que él fuera presidente, lo primero que se me ocurrió contestarle en base a lo que nosotros creemos que debe ser una campaña fue: la estrategia eres tú candi- dato. Lo que tú significas y lo que puedes comunicar. Tú eres el vehículo más amplio de comunicación de este proyecto. Y le gustó. Entonces me dijo, ¿préstame tu pasaporte?
Lo tomó y lo guardó en su saco. Nos dijo: los voy a contratar pero se quedan a vivir aquí. No quiero esos consultores que vienen cada 15 días o cada mes y me dicen cómo voy y que si las cosas van bien es porque les hicimos caso y si las cosas no van bien es porque no les hicimos caso. Entonces nos quedamos en Ecuador. Fue una campaña muy interesante donde contamos con un mago de la creatividad y de la idiosincrasia local que era Vinicio Alvarado que hoy es el jefe de la Presidencia en Ecuador. Era un mago para comunicar. Nosotros le decíamos esto tiene que ser más o menos así y el lo plasmaba en una pieza de comunicación espectacular.
– ¿Correa cómo estaba antes de la presidencial?
– Correa era un académico, maestro de Economía, egresado de la Universidad Pública de Chicago, no de los chicago boys, sino de la pública. Había sido ministro de economía y le había declarado la guerra al Fondo Monetario Internacional y por ello lo corren. Entonces eso le da la coyuntura de convertirse en un líder de alguna visión ideológica diferente a la que Ecuador en ese momento tenía.
– Era un outsider…
– Completamente un outsider de la contienda. Cuando llegamos a Ecuador tenía entre el ocho y el nueve por ciento de intención de voto, contra Álvaro Noboa, que tenía por ahí del 28, 29 por ciento y León Roldós, que también andaba por ahí. Lo que decidimos hacer fue cambiar la visión de una campaña política de los ciudadanos contra los partidos y asumirnos como ciudadanos y darle voz a ellos. Entonces era la partidocracia contra los ciudadanos, y la coyuntura era muy buena. Alguna vez Roberto Trad hizo un símil de quién era Rafael Correa comparado con la política de México. Nuestro candidato era el diagnóstico de país de Andrés Manuel en aquel momento, con el partido de Patricia Mercado, el conocimiento pero también la arrogancia Jorge Castañeda, y el momento de Fox. Eso todo en conjunto nos convierte en la opción. Eran así todos ellos contra esta opción, que era la de buenos contra los malos. Hicimos una campaña ejemplar que al final nos hizo pasar a una segunda vuelta contra Álvaro Noboa. En la segunda vuelta teníamos a un Rafael Correa que era el que discutía todo, el que gritaba, el que se qui- taba el cinturón. En Latinoamérica “correa” es el cinturón y eso pues nos daba muy bien publicitariamente. La primera parte de la comunicación era: “Dale Correa a los corruptos y a los vendidos”. Ante los ataques de nuestro opositor, ajustamos la comunicación y entendimos algo que era muy interesante: Correa es peleonero, es broncudo y es agresivo porque le duele lo que pasa en Ecuador y es un hombre muy apasionado. Entonces fue la primera vez que nosotros como empresa definimos un concepto que era “Pasión por la patria”. Lo decidimos en una teleconferencia. ¡Estamos a siete años de ese momento! Recuerdo que todo el país estaba tapizado con esa frase. Cuando tú te dedicas a esto y tres días después de que nació un concepto lo ves plasmado en tierra, en pinturas, en los coches, en grafiti, dices: “esto ya prendió y no hay quien nos pare”. 40 días después, que fue la segunda vuelta, ganamos con 13 puntos de diferencia. De 13 abajo nos fuimos a 13 arriba. Desde luego que el candidato adversario ayudó, hizo una campaña muy mala, no se dejó asesorar yo creo, o estaba tan confiado de lograrlo que hizo una campaña basada en él.
El rayo del sol ya no pega sobre nuestras caras. Adentro de la oficina, mientras el aroma a café recién preparado de una máquina Nespresso la invade, Carlos Mandujano regresa con la mente a este país tras la elección presidencial que ganaran con Rafael Correa.
– Regresamos ya con una presidencia ganada fuera de México. Entonces ya nos comenzaban a contestar el teléfono los amigos políticos nacionales y por ahí empezó nuestra carrera local. Hicimos muchas campañas como grupo, como Cuarto de Guerra ,los tres. Hicimos Michoacán con Leonel Godoy que en ese momento tenía 90 por ciento de conocimiento, pero de ese número la mitad lo odiaba y la mitad lo quería. Tenía una imagen de policía, pues fue secretario del Gobierno del D.F y secretario de Seguridad Pública. Tenía una imagen de policía y lo que necesitaba Michoacán en ese entonces era firmeza pero no lo podíamos sacar. Además Leonel tiene una forma de comunicar muy ruda, no le creías nada más. Entonces lo pusimos a vi- sitar gente, a hacer campaña terrestre. Y en televisión pusimos a la gente. Y de ahí nace el slogan “Por un Michoacán mejor, yo voy con Godoy”. Entonces ya no era el candidato diciendo ven conmigo, haz esto haz lo otro, yo te voy a dar, sino al revés.
Luego empezaron a creer en nosotros algunos otros políticos, entre ellos Aristóteles Sandoval. Lo hizo cuando buscó la presidencia municipal del Guadalajara, que después de 18 años de gobiernos panistas recuperó para el PRI la zona metropolitana. La diferencia ahí fueron 18 puntos.
Pepe Calzada, gobernador hoy de Querétaro, también nos invitó a participar con él y nos planteó un reto -por eso yo digo que Pepe Calzada es un hombre de muchísima visión-. Nos dice, siendo senador, yo quiero que ustedes me ayuden a traducir que hace un senador y cómo beneficio a los Queretanos o a los de San Juan del Río, pero también a los de la sierra, a los migrantes. ¿Qué es lo que hace un senador a favor de la gente? Vimos entonces cuáles eran los temas en los que Pepe Calzada estaba metido, que eran como 30, escogimos tres que tenían que ver con economía familiar o educación y por ahí nos fuimos. Le funcionó bien y se colocó como candidato, y en campaña le dimos una vuelta. Nos decían hay que quitarle el rojo porque Querétaro es azul, pues no, vamos a sentarnos en el rojo más fuerte pero vamos hacerlo más joven y a decir que es el nuevo PRI. Había por ahí en el estado de México y en algunas otras partes una tímida aparición del nuevo PRI, pero el nuevo PRI con los mismos actores de siempre.
– Hubo incluso, recordarás, una campaña del nuevo PRI a nivel nacional.
– Sí pero al final ¡eran los mismo actores! Aquí no, aquí le dimos la voz a los jóvenes, hicimos una campaña con activaciones en plazas, una campaña muy movida con participación de los jóvenes. Hubo participaciones de mucha gente en esa campaña, fue nuestra primera campaña trabajando con los diseños de Juan Carlos Limón y By Power, con quien tuvimos muchas diferencias por- que ellos haciendo cosas muy bonitas lleva- ban gente de México, o los filmaban acá en el DF, y al final la estrategia y la decisión en el comité de campaña y en Cuarto de Guerra fue de vamos a trabajar con gente local. Mantuvimos todo el diseño y la imagen, que además era espectacular, pero lo aterrizamos a tropicalizarlo con caras reconocidas de to- dos los días. Podían así ser el vecino de al lado, el muchacho de la tienda. Ahí, en esa campaña, nació la propuesta de no tenencia. Fue el primer estado que sale con el no tenencia, que después fue un recurso reciclado en todos lados.
– Sin embargo Carlos, a pesar de lo bueno que como producto político es José Calzada, entre los queretanos de entonces las en- cuestas decían que no había motivos para cambiar al PAN por el PRI. ¿Qué tuvieron que hacer?
– No había motivos para cambiar pero cuan- do vieron cómo tomamos la ciudad, sobre- todo la zona metropolitana que es en buena medida lo que decide la elección en Querétaro, Pepe se convirtió en una moda. Calzada es una figura muy atractiva. Su familia es muy de Querétaro, su imagen familiar. Su mujer. Sus hijos. Entonces eso fue lo que plasmamos en la comunicación. Es un hombre muy deportista. Entonces hizo muy buen match con la gente que decidía irse de otro lugar a vivir a Querétaro, porque entonces la necesidad de tener una mejor calidad de vida la tenías ahí, porque tenías tiempo de ir a correr, de hacer ejercicio, de salir a correr en la noche y no ibas a tener la preocupación de que te asaltaran o si iba a ver alumbrado público o no, todo esa pasaba en Querétaro. Entonces el match de Pepe corredor y maratonista y los jóvenes nos dio muy bien. Entonces el primo votante nos dios una gran ventaja que hizo que termináramos nueve puntos arriba. Ganamos la elección.
– Buen gobernador además en este momento. El mejor evaluado de todos.
– Buen gobernador, bueno dicen que es el mejor gobernador de México, o es el mejor evaluado. Espero y creemos que le va a dar para mucho más. Está iniciando el quinto año de su gobierno y es un ejemplo de cómo se pueden hacer las cosas, un gobierno muy exitoso con una buena comunicación.
– Veo en tu carrera que los ejemplos de los gobernantes con los que estás y hay un común denominador. Con todos ellos empezaste a trabajar mucho antes dela elección grande. Con algunos los tomaste buscando una alcaldía, con otros hiciste diputaciones o senadurías.
– A Graco lo agarramos tres años antes. Es un ejemplo bien interesante porque le toca la transición de cuando éramos tres a cuan- do nada más me quedo yo con la marca y me quedo trabajando con él y se incorpora la maestra Kathia Venegas. Se suma Mario Herrera, y todo mi equipo de consultores junior que se convierten en ese momento en consultores seniors y empiezan a tomar responsabilidad como jefes de cuenta. La jefa de cuenta del senador Graco, del precandidato Graco, del candidato Graco es, por ejemplo, Kathia Venegas. Si algo aprendí con Correa es que tras ganar debemos quedarnos en la plaza. Así lo hicimos desde un principio con mis socios anteriores. Llegábamos y tomamos la plaza. No nos íbamos. Ese es un diferenciador importante. Mientras más creces es más complicado tener cerca a tus clientes. Entonces tienes que desarrollar talento y tienes que darle posibilidades a esta nueva parte de tu equipo para que asuman la responsabilidad de tomar la estrategia grande.
– Estuviste también en la campaña de Ángel Aguirre, en Guerrero. ¿Cómo se dio esta?
– Fue gran experiencia porque había un gobernador entre comillas perredista: Zeferino Torreblanca. Había un 75 por ciento de intención de cambio. No tenían una figura enfrente, pero querían cambiar. Los ciudadanos ya no querían a Zeferino o ya no querían al PRD. Y entonces viene la decisión de las izquierdas de nominar candidato a Ángel Aguirre, priista hasta unas semanas antes, exgobernador interino 12 años atrás y que iba competir por el PRD. Allí tuvimos oportunidad de hacer cosas interesantísimas. En esa elección tuvimos la gran ventaja de no compartir boleta con nadie más. Entonces la primera imagen que sacamos fue en azul. Los perredistas me decían no, no podemos salir en azul, y me querían linchar porque además los guerrerenses son de sangre caliente. Yo me mantuve en mi decisión porque estaba seguro de que los priistas que no estaban
contentos con la decisión del PRI no iban a poner una calcomanía amarilla pero sí podían poner una azul. De allí nació el slogan “Por Guerrero Vamos todos”. No tenía que ver con el PRI con el PRD o con el PAN, tenía que ver con todos y había que rescatar Guerrero en muchas cosas. Hicimos aquel spot famoso –nominado a los Reed Latino 2012- que dice: tú qué prefieres ¿Ángel o Aguirre? Ganamos con una ventaja bastante amplia. Me acuerdo que hubo un juego de encuestas muy grande, y la elección fue un 30 de enero. Finalmente ganamos por 13 puntos también
Posteriormente Cuarto de Guerra y Carlos Mandujano volverían a hacer una elección en Sudamérica. Esta vez Bogotá, Colombia sería el destino. Gustavo Petro –alcalde destituido de su cargo por irregularidades en el sistema de limpia-por irregularidades en el sistema de limpia- era el candidato que les había buscado.
– Es un ex miembro de la M-19, un grupo guerrillero subversivo colombiano. Se presentaba como candidato alcalde contra Álvaro Uribe. Con todo lo que en el mundo de la consultoría sinifica eso, el milagro colombiano del ex presidente Uribe. Recuerdo que nos invitan a platicar con él y yo en ese momento traía otros proyectos. Por ello yo le planteo a este ex guerrillero, excombatiente y un hombre de izquierda radical que ya que yo no puedo de primera mano, su campaña la puede hacer una mujer. Una mexicana con gran experiencia, talento y una gran prepa- ración. Lo primero que dice es ¿cómo una mujer? nosotros somos de izquierda. No hay una sola mujer en el equipo de campa- ña. yo me impuse y dije, pues si quieres que sea Cuarto de Guerra quien te apoye, tendrá que ser una mujer quien esté aquí de nuestra parte. La esposa de Gustavo Petro tuvo mucho que ver en la decisión final. Al final el candidato aceptó que Kathia Venegas entrara y ella logró poner orden a la campaña. El movimiento estaba, iban a ganar, pero ellos no se habían preparado para ganar. Cuando llegaron a las encuestas, dijeron ¡ah cabrón, vamos a ganar! Eso no estaba en sus planes, pues lo que ellos querían era crear un partido y tener fuerza para ganar algunos concejales, sin embargo el mensaje que habían construido de inicio les daba para ganar pero ya no sabían jugar como punteros, siempre habían estado atrás, pegándole a todo el mundo, tratando de subirse al ring. Y tienes que jugar diferente en tu comunicación cuando vas arriba o cuando vas abajo.
Logramos un éxito que para todos era sorprendente en la región. Poner a Gustavo Petro como alcalde de Bogotá, una de las capitales más importantes de América Latina. Fue una gran experiencia. Era un movimiento progresista, con un hombre de ideales muy firmes y que hoy se encuentra en vilo, porque al descubrir un asunto de corrupción en el tema de la basura, unilateralmente los expulsa de Bogotá y tratar de solventar el tema de la basura con sus propios recursos de la alcaldía. La empresa que estaba antes lo llevó a un pleito jurídico y hoy el procurador decidió que lo tiene que inhabilitar del puesto, pero creo que se equivocan porque lo están haciendo un mártir, es como un símil al peje del desafuero, y hoy –con todo- es la figura más importante de la política colombiana dejando atrás al presidente Santos.
Casado con proyectos, no con partidos
“Yo me caso con mis clientes, con quien me cree y a quien yo le creo. Quien se dedica a la política genuinamente, con valores con verdadera vocación de servicios así esté en el PAN, en el PRI o en Morena, Movimiento Ciudadano, o en el que sea, si es genuino y quiere cambiar las cosas para bien y mejorar la calidad de vida de la gente, me tiene. Entonces si yo le creo y él me cree podemos trabajar. Así logremos una regiduría o una presidencia de país”, dice Carlos Mandujano que para entonces, nos ha mostrado ya en su computadora de escritorio algo de los nuevos spots que está realizando para sus clientes.
Sobre la pared de su oficina, la afición que tiene por la revolución mexicana y los caballos se manifiesta. Armónicamente se intercalan litografías de los inicios del siglo XX en este país, y fotografías que muestran al consultor montando a caballo en competencias hípicas de salto.
– Tengo amigos en los 5 partidos fundamentales -tomando en cuenta a Morena y Movimiento Ciudadano-. Tengo el gran gusto de decir que he trabajado para todos. Con algunos me ha ido bien, con algunos no me ha ido bien, con otros hemos logrado objetivos que no necesariamente eran ganar la elección sino posicionar un mensaje, y hoy afortunadamente todavía puedo elegir con quien trabajar.
– ¿Nunca te casaste con un solo partido, como hay consultores que dicen yo sola- mente voy a trabajar para tal?
– Un ejemplo bien interesante me pasó hace ya unos años. Fuimos a entrevistarnos con un candidato a gobernador del PAN y la presentación fue muy buena. Estaba dispuesto a trabajar pero cuando vino a consultar con el Comité Ejecutivo Nacional le dijeron cómo vas a trabajar con esos si nos ganaron en Michoacán, y nosotros vamos a pagar. Y contestó bueno, entonces preséntame con los que perdieron. Es una lógica de los partidos y de ideologías que efectivamente no tienen tan claro lo que uno hace. Nuestro trabajo es técnico, no es ideológico pero sí es de valores y de confianza. El ejemplo que tenemos más cercano es para estos momentos el nuevo alcalde de Puebla, Tony Gali. A él yo lo conocí un día, nos tomamos dos cafés, un agua mineral, me contó su historia, me dijo lo que quería hacer y por que lo quería hacer. Ese día yo lo compré. Este es, me cae bien, le creo. Desde luego que como todos políticos tenía frentes abiertos muy grandes, pero en ese momento me dijo “yo quiero hacer esto por Puebla, me toca, es momento de poder que estos grandes beneficios de la trans- formación estatal lleguen a la puerta de los poblanos capitalinos”. Y esa fue la estrategia. No tuve que pensarle mucho. Todo era girar en ¿cómo esa gran transformación que vive Puebla con Rafael Moreno Valle, esas gran- des obras, le otorgan beneficios a mi colonia, a mi calle, a mi alumbrado público, a mi banqueta y desde luego a mi casa y a mi familia?
– ¿Hay casos contrarios donde tu vas conoces al candidato o al aspirante y dices mejor no le entro?
– Ha habido varios casos.
– ¿En qué te basas?
– Pasa en algunas partes donde las instituciones han sido corrompidas, infiltradas y financiadas. En ocasiones están influenciadas por el crimen organizado y de inmediato se percibe un tufo, un olor, una insinuación. Desde luego me retiro, pues tengo un compromiso fiel a mi persona, a mi estado, a mis orígenes de estar en contra de todo lo que significa el crimen organizado y el narcotráfico. Lo vivimos en carne propia. Los temas de las adicciones son muy cercanos a mi familia.
-¿Cómo vislumbras el futuro de Cuarto de Guerra?
– Lo veo participando activamente en la construcción de candidaturas fuertes, de liderazgos fuertes, de gobernantes serios, de colocación de mensajes. Una de nuestras misiones es crear esferas de confianza entre el ciudadano y el político, donde el ciudadano sea cada día más corresponsable de las decisiones que toma y participe más en las acciones de gobierno. He intentado cuando me ha tocado trabajar en acciones de gobierno llevar la comunicación a eso. Los ciudadanos tenemos que participar, me quito un poco el uniforme de consultor o de estratega o de asesor y me pongo el normal, de día a día de un ciudadano que vive las calles, que sufro los tráficos, la delincuencia, todo eso, y digo tenemos que participar, el gobierno no puede solo, y luego la apatía los deja también en muchos casos con la libertad de hacer lo que quieran.
Cuando acaba de decir esto, el sol pega un poco más fuerte sobre la terraza aledaña a la oficina de Carlos Mandujano. En pocos minutos deberá partir a Querétaro a una re- unión semanal a la que desde hace ya 5 años no falta. Luego de dos horas de entrevista y fotos, reflexiona en que no tenía pensado recordar sus orígenes en la consultoría electoral. Por ello aprovecha y envía un mensaje a quienes han decidido dar sus primeros pasos en la comunicación política.
-Creo que mientras más seamos, mejores tenemos que ser para mantener nuestro nivel, mantener nuestros clientes. Tenemos que ser más creativos, más ingeniosos en el tema de la comunicación, en el tema de cómo planteamos nuestras estrategias. Mi recomendación a los nuevos valores es que siempre digan la verdad, si asumen un candidato, un proyecto, juéguensela y traten de trabajar con quienes crean, porque si van a ir en la ola de este va a ganar y aunque no me crea y me tenga y me pague pues le vas a dar un beneficio económico pero no les va a dar un beneficio de haber cambiado la forma de comunicar de alguien. Prepárense porque el mundo cambia todos los días. Tampoco se dejen llevar por la comunicación virtual. Si es muy importante, pero el contacto con la gente, el ver a los ojos a un persona y convencerla de que vote por ti o que decida que tú eres una opción eso no te lo da un gallardete, o no de lo da un twitt, o video en you tube, te lo da el que sea sincero, el que el mensaje sea correcto, y el saber leer el entorno. Roberto Izurieta, un gran amigo y a quien admiro mucho, dice que lo más importante es entender el humor de la gente, el qué quiere. Para ello le digo a los que van empezando que hasta una campaña a jefe de manzana les sirve, porque cada campaña es diferente, cada territorio es diferente, cada candidato es diferente y te vas a encontrar con coyunturas que te van a enseñar algo nuevo todas las veces. C&E
Entrevista realizada en Abril 2014 C&E México
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